En plena pandemia y cuando la crisis económica golpea a todos los rubros, el empresario Roberto García Moritán decidió cerrar su restaurante de comida peruana y transformarlo en una pastelería y pescadería.
Frente a la falta de ingresos, Moritán comenzó a ofrecer la comida de su reconocido restaurante con el sistema take away, y el famoso delivery pero las cosas no resultaron como esperaba.
Finalmente y decidido a cambiar, el esposo de la modelo abrió una pescadería, respetando la estacionalidad de las especies, y una pastelería de alto nivel, con especialidad en tortas de diseños sofisticados.
A través de sus redes sociales el empresario ofreció sus servicios: “Quería contarles que salieron dos proyectos que arrancamos con mi socios: una pescadería y una pastelería…Seguimos en esta lucha por sobrevivir en este momento tan difícil”, dijo el hombre.
Motivado por el trabajo comunitario y comprometido con las pequeñas empresas del país el empresario dijo:“Recuerden, por favor, consuman pymes. Somos las pymes las que vamos a sacar adelante a este país, mucha fuerza para todos”, finalizó.