Luciana Salazar siempre fue muy coqueta. De hecho, ella misma reveló que nunca quiso convivir con ninguna de sus parejas para que no descubrieran sus “truquitos de belleza” y para no romper el hechizo que genera su imagen de femme fatale. Y al parecer su hija Matilda sigue sus pasos.
En una entrevista con la revista Gente, la modelo habló de la estricta rutina que lleva con la nena de 4 años, a quien concibió a través de una subrogación de vientre. “A veces, me levanto a las cinco. A las 6:45 desayunamos. Y después, siguen los 40 minutos de Matilda. Es su tiempo exclusivo para look y pelo”, reveló y causó sorpresa.
Y explicó que lo que más le cuesta es lograr peinados modernos y divertidos para su hija, algo que se toma muy en serio. “Durante las vacaciones me quedaba hasta tardísimo mirando todos los tutoriales en redes y en YouTube, hasta que le tomé la mano. ¡Aprendí a hacer varios estilos de trenzas, eh!”, relató la rubia, que siempre deseó ser mamá.
También se mostró orgullosa de que su hija heredara su pasión por la moda. “Para vestirse es lo más: tiene medido el tiempo y sabe cuánto le llevará estar lista. Ya reconoce las marcas de las carteras. Hace poco vino un amigo; ella reconoció los monogramas de su morral y dijo: ‘¡Es de mamá!’. Y al ver zapatos que le gustan grita un ‘¡Wow!’. ¡Es tan fashionista…!”, concluyó.