Nadie puede negar que Jésica Cirio ostenta una figura envidiable a costa de alimentación saludable y mucho ejercicio físico y zumba.
La conductora de “Morfi todos a la mesa” (Telefé) recordó que de chica sufrió discriminación por su cuerpo y, por esa situación se volvió muy disciplinada al relación la delgadez con el talento.
En la actualidad y con una idea totalmente diferente sobre la apariencia y las exigencias sociales, Jésica lleva una vida ordenada y saludable con un equilibrado entrenamiento y con alimentos ricos en nutrientes.
Al parecer todos los hábitos de la rubia comenzaron a ser copiados por su hija Chlóe de tres años, fruto de su relación con Martín Insaurralde, al punto que la rubia le contrató a un entrenador personal: “Toma clases dos veces por semana con su entrenador personal. Desde que se permitieron las actividades al aire libre y hasta que vuelva al jardín, ejercita la coordinación y la motricidad fina a través de juegos físicos”, contó a revista Gente.
Sobre la alimentación de la niña Jésica dijo: “No la torturaría privándola de su golosina favorita si no se convierte en un hábito cotidiano, pero en vez de darle galletitas industriales preparamos juntas unas caseras con harina de almendras”, comentó entusiasmada.
“Mientras jugamos, aprende sobre la importancia de los nutrientes. Ella toma su leche de fórmula, pero sabe que la chocolatada se hace con cacao natural y leche de almendras. Y si quiere jugo no pide el clásico de cajita, me dice: ‘Mami, ¿exprimimos una naranja?’”, finalizó.