La pareja de Nico Vázquez y Gimena Accardi es de las más aclamadas por los usuarios de las redes sociales. Ambos han formado un vínculo que más allá del amor, el respeto y la compañía, cuenta con fuertes raíces que solidifican esta pareja tras más de una década juntos.
Constantemente vemos en sus perfiles historias y publicaciones de alguna de sus aventuras o, en este caso, las intimidades de su hogar. En esta cuarentena, los dos contaron públicamente que el encierro no fue traumático ya que tienen una química que impide separarlos.
Ambos viven en la tranquilidad de un barrio privado de zona norte, donde la tranquilidad, el entorno natural, el contacto con el verde y la privacidad son factores claves para alcanzar una convivencia más que satisfactoria. Pero, aunque la cuarentena los fortaleció, aprovecharon además para redecorar y dedicar tiempo a remodelar la casa enorme que disponen.
En los últimos meses y como muchos otros artistas, Nico y Gime se lanzaron en un proyecto de refacciones de la propiedad, lo que fueron compartiendo con sus millones de seguidores. Finalmente, su cocina fue la frutilla del postre, que dejó atrás su ornamentación moderna y la reemplazó por una más vintage y colorida, incluso una variación notoria de orientación.
Este ambiente ahora dispone de una isla gigante, de piedra blanca, muy similar al mármol. Por su parte, en las paredes instalaron azulejos blancos, con tonos grises. Además de la coloración espectacular lograda con una cocina roja, muebles y accesorios en dorado y negro.
A través de su Instagram, la esposa de Nico Vázquez confesó la felicidad por toda esta obra y decidió pertinente transmitir sus sentimientos con seguidores, por eso armó un video y expresó: “Esta es mi nueva cocina, literal estoy completamente enamorada. Dije que no iba a mostrar nada, pero no puedo evitarlo, estoy tan feliz. Evidentemente sí les voy a ir a mostrando cosas”.
Y aunque realizó varias modificaciones en su espacio, hubo algo que no podía modificar: los estantes de madera a la vista, en los que brilla la vajilla retro que heredó de su abuela, una reliquia con tazas, bowls, copas, platos y teteras. “En la reforma cambió todo menos los estantes con la valija de mi abuela, intocable”, admitió. ¿Cuál será el próximo espacio a remodelar?