Cherilyn Sarkisian es mundialmente conocida como Cher y hoy está de cumpleaños. La artista cumple 75 años y su apariencia es tan espléndida como en sus épocas doradas. Ella es un ícono de la música y sus seis décadas de carrera lo avalan.
La morocha conserva una figura envidiable y su eterna juventud se deja ver en cada una de las fotografías que comparte en sus redes sociales y en las que los paparazzis le toman por donde sea que ella vaya.
Las cirugía estética han tenido protagonismo en su apariencia juvenil pero su naturalidad y looks relajados nos revelan que los genes son de gran ayuda.
Cher ha reconocido que se ha hecho varios retoques aunque nunca ha dicho cuántos. La primera vez, según aseguró, fue para corregir su nariz y luego le siguieron los pómulos, el busto, el ombligo, las pantorrillas… además de alguna que otra liposucción y estiramiento facial.
La genética es una aliada en la lucha contra la decadencia física y, sin ir más lejos, su madre, Gerogina Holt, de 97 años, luce tan bien como su hija. La ascendencia de esta mujer incluye ancestros irlandeses, ingleses, alemanes y cherokees, mientras que John Sarkisian, el padre Cher, era de origen armenio.