En más de 25 años de carrera, Martín “Campi” Campilongo supo destacarse por su labor como humorista y como imitador. Tanto empeño le pone a copiar cada gesto, la actitud y la imagen de cada personaje que él mismo crea las máscaras que uso con especial detalle. Y a pesar de que le ha ido muy bien interpretando a distintas figuras del ambiente político, hace tiempo decidió no volver a hacerlo.
“Los políticos me llaman para que los haga, pero yo hago lo que tengo ganas, no a los que me llaman”, reveló en diálogo con Luis Novaresio en Debo decir. Y reconoció que su trabajo humorístico ayudar a que la gente le tomara cierto aprecio a los personajes que imitaba.
“Gané dos Gran Cuñado. Hice ganar a Aldo Rico, que era algo imposible, entonces me llegan propuestas pero los guiones me los escribo yo”, señaló, en referencia a su interpretación del exmilitar Y agregó: “Me fui dando cuenta al andar de muchas cosas. Del poder del humor, también”.
Por otra parte, reconoció que como actor nunca juzga a sus personajes y cuando le plantearon si el humor tiene límites, agregó: “El límite es personal, yo tengo límites. El humor, no sé”.