Amalia “Yuyito” González, una de las vedettes más famosas de los ‘80, fue “descubierta” por Gerardo Sofovich en un restaurant y desde ese momento su carrera solo fue en ascenso. Con el paso de los años, se alejó de lo mediático, le entregó su vida a Dios y en el último tiempo reapareció cuando se la vinculó con Diego Maradona.
Yuyito fue varias veces tapa de revista y su cara estuvo en los carteles de las obras más vistas en su época de esplendor. Pero 15 años atrás, decidió alejarse de las cámaras y no se supo nada de ella por un tiempo.
Su tiempo lejos de los medios le sirvió para su introspección personal, con el que comenzó a recorrer un nuevo camino de la mano de Dios. Amalia se dedicó en los últimos años a predicar la fe evangélica con un “mensaje sanador universal” y a dar charlas de temáticas femeninas, entre otros temas.
“Sucedió en marzo de 2005, luego de una temporada en un teatro de revista. Aquella fue mi última experiencia como vedette. En ese momento colapsé con la chica sexy”, expresó con sinceridad tiempo atrás a La Nación.
“Supongo que había dentro de mí un montón de cosas que querían salir y no encontraban el espacio para hacerlo”, explicó respecto de su radical cambio de vida.
Actualmente, Amalia se recibió de periodista y trabaja como panelista en El Show del Problema (El Nueve). Pero se sinceró sobre su presente en el programa “Vivo para Vos”, conducido por Julián Weich y Carolina Papaleo.
“Yo me adapto a todo. Muchas veces escuchamos que el tema de la pandemia le cambio a la gente la economía y yo experimenté esa especie de sensación tremenda de no saber como seguir, reinventar tu bolsillo y tener que reinventarte… eso lo viví hace 16 años”, dijo.
“Me costó rearmarme como cinco años: elaborar el cambio, sanar un montón de cosas, ocuparme de mi cabe y de mi corazón. El resultado es muy positivo. Adopté desde aquel tiempo un método de vida en el que me levanto a las cinco de la mañana y tengo dos horas de meditación. Lo disfruto”, resaltó.
Y añadió: “Eso hace que vaya trabajando tu interior y tu cabeza. Lo disfruto porque la introspección y lo que tiene que ver con la sanidad, sumado a la fe en mi caso, funciona. La persona va a estar mucho mejor si es consecuente. Mi fe me lleva a ponerle un plus sobrenatural. Confío en que tengo la respuesta de Dios”.