La noche oriental daba inicio en la nueva semana de MasterChef Celebrity 2. En esta ocasión, Alex Caniggia tenía la oportunidad de utilizar la preciada medalla de oro que había trabajado por obtener desde el inicio del reality culinario.
Con confianza (tal vez demasiada) encima, Alex ingresó hecho un fuego a las cocinas más vistas. Literalmente fuego, con un nuevo peinado rojo que había dejado peinado hacia arriba. “Quiero destacar la llamarada que tenes en el cabello”, le dijo Santiago del Moro. “Mira como vine hoy”, le respondió el hermano de Charlotte. “Estas on fire, me encanta”, le dijo riendo el conductor.
“Vos no podés creer lo que te ha pasado con la comida, todo el mundo hablando de vos”, dijo Santiago refiriéndose no solo al éxito sino a la buena racha que se traía. Alex confesó que ya está acostumbrado a que la gente piense que no le da “la capacidad”. Pero luego dejó claro que no le interesan las críticas: “No me importan… los unos somos así”.
La confesión de Alex Caniggia al cocinar
Fue entonces que llegó el invitado Walter Lui, para ayudar a los participantes a realizar los platos chinos característicos, que era el objetivo de la noche. Fue cuando Caniggia se mostró disgustado por tener que elegir entre platos que no conocía. Aunque molesto, siguió el consejo de Lui y tomó el filete de abadejo agridulce.
A pesar de que en general sus instintos son acertados, recibió un reto cuando le declaró a los jueces su técnica al cocinar. Damián Betular y el chef invitado se cercaron a ayudarlo, y a pesar de que estaba “tirando magia como un campeón”, los errores abundaban. Ante lo desconocido, lo mejor es ir probando, le dijeron. El mediático confesó: “Es que yo no pruebo nada. Yo hago y tiro mi magia”. Betular no estaba feliz.
Como resultado, su plato resultó de los peores de la noche, e incluso el chef invitado Lui prefirió no dar su puntuación del 1 al 10, mandándolo directamente al “jueves de última chance” con el fin de evitar la próxima gala de eliminación, paso previo a la noche de eliminación.