En una gala con ingredientes complicados, los participantes de la segunda temporada debieron demostrar sus habilidades para llegar a conseguir las medallas de beneficios. Pero mientras Sol Pérez y Claudia Fontán tuvieron serias dificultades en la preparación y Cande Vetrano se llevó una gran desilusión, Alex Caniggia resaltó con su plato, tanto que terminó ganando su preciada medalla de oro.
La noche comenzó con una elección al azar, en donde los concursantes de MasterChef Celebrity 2 debían posicionar los nombres de distintos ingredientes en una pizarra en donde los nombres estaban cubiertos. Cuando a Alex le tocó su turno, Santiago Del Moro le preguntó si la medalla dorada tenía nombre para esa noche y confiado dijo: “Siempre oro, nunca inoro”.
Por eso el mellizo de Charlotte se dispuso hacer un plato espectacular, a pesar de que le había tocado la bondiola, que consideraba “de barats”. Fue en medio de su concentración que el conductor del reality se acercó y le preguntó: “¿Quién cocinaba en tu casa?”. “Mi mamá, una capa”, contestó dándole el honor a las pastas de Mariana Nannis. “¿Amasa?”, quiso saber Del Moro. “Sí, una capa. ¡Te amo, mamma!”, dijo con un acento italiano.
Aunque cuando se refirió a su hermana, comenzó bromeando diciendo “Charlotte, alta cocinera”, para después aclarar: “Es un desastre Charlotte. ¿Se la imaginan cocinando así?”. Pero los elogios cortaron ahí, porque a no mencionó fue a su padre, Claudio Caniggia, ni a su hermano Axel Kevin.
Por suerte para el mediático, su preparación dio la talla y terminó ganando la medalla de oro que tanto ansiaba. “La segunda metétela en el culo, no la quiero. Quedé recaliente”, había dicho la semana pasada con la medalla de plata, pero parece que ya no tiene nada de que quejarse.
Errores y desaciertos para las chicas de MasterChef
Revelados los nombres, todos terminaron con enorme descontento con los ingredientes elegidos al azar. Pero, resignados, comenzaron a toda marcha a cocinar. Las dificultades no faltaron, y ya del vamos Sol recibió un desplante de Germán Martitegui cuando se disponía a cocinar sus chipirones, que son una especie de calamares pequeños.
“¿Que es este bicho asqueroso?”, dijo la rubia, sabiendo que debían estar bien limpios o iba a estar en serios problemas. Martitegui se acercó a la mesa con intención de darle un consejo, diciendo que pasara “los tentáculos por harina, freírlos y los ponés crocantes arriba del risotto”. Pero ante la cara de disgusto de la periodista el juez se enojó y se retiró. “Hace lo que quieras”, le dijo.
Para Claudia fue la falta de lectura lo que la metió en problemas. Para agregar sazón, la actriz eligió un poco de vino blanco, pero en todo el estudio se escuhó su grito: “¡Noooo, le puse el vinagre! Puse el vinagre en vez del vino blanco. ¿Dónde está mi vino?”. Después de la desesperación, la Gunda encontró la botella (igual a la de vinagre) con la etiqueta de vino blanco: “Ahora sí (agarrando el vino blanco). Le tiro el vino y que sea lo que Dios quiera”.
Pero quien sufrió frente al jurado un fuerte bajón al orgullo fue Cande, que iba confiada para la medalla de oro pero volvieron a catalogar su plato como “de buffet”. La picanha de la actriz estaba bien cocinada, pero la combinación fue fatal para la mesa evaluadora.
