Como nunca antes lo había hecho al aire, Alejandro Fantino habló de los rumores conocidos y nunca aclarados de relaciones sentimentales de él con otros hombres.
Entrevistado por Francho Torchia en el programa “No se puede vivir del amor”, el conductor de América se refirió al hostigamiento que sufrió producto de su trabajo en el mundo del fútbol.
“Es parte del fútbol haberme hostigado por mi supuesta homosexualidad”, comenzó diciendo Fantino y se refirió a los rumores de romance entre él y el ex futbolista Adrián El Polaco Bastía, como también con el cantante Luciano Pereyra.
“Creo que surgió de ahí por una enorme amistad que tengo con Luciano Pereyra y el Polaco Bastía, el Polaco era jugador de Racing y venía a Mar de Fondo. Yo soy mucho de tocar, de agarrar la mano, de abrazar. Yo voy al club y estoy en el vestuario y te agarro, te abrazo, hasta te beso en la mejilla, me parece lindo eso, es una cosa de amor, ahora no se puede por el Covid. Muchas veces agarro a un amigo de la mano y te sueltan como si les estuvieras pasando electricidad”, dijo Fantino sobre su forma de ser.
Luego se refirió a su relación con Pereyra y dijo: “Luciano venía mucho a pescar a Sauce Viejo, después vino varias veces más, se hizo muy amigo de mi papá, venía con sus amigos, tenía una bandita de Luján muy macanudos. Alguien habrá dicho que estos dos encubren una relación. En algún momento me hinchaba las pelotas”, reconoció el ex de Miriam Lanzoni.
Fue tal la presión que sufrió el conductor que debido a lo que se hablaba en los medios y en la calle, debió hablar con su padre y se agarró a las trompadas en un estacionamiento: “Me pasó que se lo conté a mi viejo, porque entiendo y entendía que mi papá seguía en el pueblo, veía a sus amigos, trabajaba en el campo y entiendo que esa versión pudo haberle afectado, aunque jamás me hubiese dicho algo. Un día estábamos pescando y se lo dije”, recordó el periodista y luego agregó: “Me arrepiento de una cosa que me pudo haber costado la carrera, porque en ese momento relataba fútbol y recién en la cancha nueva de San Lorenzo me gritaban -puto, puto, puto- me gritaban, Bastía, Luciano Pereyra. Yo en ese momento estaba con Nahuel (su hijo) y los cité a los tipos y se quedaron esperando y me re cagué a trompadas en el estacionamiento de manera violenta”, finalizó.