Rodolfo D'Onofrio se mostró muy confiado antes que se confirmara el enfrentamiento con Boca en los Octavos de Final -algo que quedó sentenciado tras el triunfo xeneize y el empate del Ciclón- y eliminarlos, como sucedió hace cinco meses en la Semifinal de la Sudamericana, que luego obtuvieron. “Pobre Boca, si sale primero le va a tocar el rival de toda la vida”, expresó.
“¿Para Boca es un castigo jugar con River, y para River un premio disputar los Octavos? No tengo ninguna duda. Como dice un viejo refrán, a caballo regalado no se le miran los dientes, y allá vamos. La verdad que la suerte no lo acompaña a Boca porque le aparecimos nosotros. Igual, la presión es para los dos y el desgaste es enorme; ahora... terminar primero y que justo te toque tu eterno rival, es duro”, dijo en clara referencia a Boca.
D'Onofrio se refirió de la fortaleza que se gana tras estar casi eliminados y volvió a repetir que quiere jugar Boca: “Para River, que estábamos afuera ahora es que venga el que venga. Si nos toca Boca o Corinthians, no sé cuál es más complicado. La verdad es que en los partidos por los puntos no nos ha ido mal con Boca. Tras haber pasado por el peor momento, los equipos se fortalecen. Si me decís tenés ganas de jugar con Boca, te digo sí. Era un rival que en momento nos va a tocar. Y si me dicen llego a la Final con Boca, o con el que quieran, lo firmo. Ya está firmado”.
En relación a la sufrida clasificación a Octavos, agregó: “Me parecía injusto que nos quedáramos afuera. Iban a cargar sobre mí, pero sobre todo al plantel y al cuerpo técnico. La verdad que no tuvieron la puntería adecuada en partidos que podríamos haber definido”.
Para terminar, ironizó con Enrique Esqueda, quien convirtió tres goles y fue pieza fundamental en el triunfo de Tigres ante Juan Aurich, que le dio vida a River en la Copa: “Si no me equivoco es el que nos dio una milonga bárbara allá. Con los tres goles que marcó seguramente le pondremos una bandera en River. Me queda agradecerle a Esqueda, muchísimas gracias”.
Una situación que se repetirá luego de quince años
Aún antes que quedara confirmado, ya todo el mundo hablaba de la reedición del superclásico entre Boca y River en los octavos de final de la Copa Libertadores.
El empate de San Lorenzo le impidió a Corinthians arrebatarle el ‘1’ a Boca y por eso, se jugarán tres superclásicos en 10 días, como en 2000, cuando se enfrentaron por el torneo Clausura y por los cuartos de final del certamen más importante de
América. Antes de los partidos de anoche, el único cruce asegurado entre ambos era el 3 de mayo, por la fecha 11 del torneo de Primera División, en la Bombonera.
Como finalmente se confirmó, se cruzarán ahora en los octavos de la Copa, jugando así el partido de ida tres días después del superclásico doméstico, el 6 de mayo, en el Monumental.
La revancha se disputará una semana más tarde, el 13 del mismo mes, en el estadio de Boca. Vale recordar que para esa serie se tendrán en cuenta los goles de visitante.
