Juan Carlos Molina, un cura de Santa Cruz, de estrecha relación con Alicia Kirchner y que desde hace años anima una fundación que trabaja con chicos necesitados y en situación de riesgo social, será el nuevo titular de la Sedronar, la Secretaría de Programación para la Prevención de la Drogadicción y la Lucha contra el Narcotráfico.
A Molina se le retiraron las licencias ministeriales (no puede celebrar los sacramentos ni presidir el culto público) para que pueda asumir, y mientras dure en el cargo.
La novedad la dio a conocer ayer en la Casa de Gobierno el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, veinte días después de que la Iglesia diera a conocer un duro documento en el que denunció el avance del narcotráfico, la "complicidad y corrupción de algunos dirigentes" con "grupos mafiosos" e incluso criticó que la titularidad de la Sedronar estuviera vacante desde marzo pasado.
Capitanich destacó que el padre Molina "es una persona de amplio trabajo en la problemática de la drogadicción" y afirmó que la instrucción de la presidenta Cristina Kirchner "ha sido trabajar desde una óptica absolutamente diferente" el tema.
"El abordaje será sistémico, integral, territorial, pero con amplia participación social y ciudadana", señaló Capitanich. Anticipó que en esa línea Molina "deberá hacer una convocatoria amplia, plural y democrática para todas las organizaciones no gubernamentales que trabajan en la problemática de las adicciones", con un "punto de vista inter y multirreligioso" por lo que convocará no sólo a la Iglesia Católica sino también a iglesias evangélicas y cultos que tengan trabajo en la recuperación de adictos.
El jefe de Gabinete se reunirá hoy con el padre Molina. Precisó a la prensa que se busca "dotar (a la Sedronar) de mayor presupuesto y herramientas para el abordaje territorial". También explicó que Molina trabajará en el aspecto "social" y que la parte propiamente policial, de combate contra el narcotráfico estará en la órbita del secretario de Seguridad, Sergio Berni.
Molina es un cura salesiano que creó la Fundación Valdocco, en recuerdo del barrio de Torino donde Don Bosco inició su obra. Molina la comenzó en 2003 en Caleta Olivia, con un hogar para niños y jóvenes abandonados o judicializados, a los que enseñaba oficios y ayudaba a terminar sus estudios. La casa-hogar era un espacio educativo con escuela y talleres, granja y vivero. Repsol-YPF era patrocinante y Molina siempre recibió apoyo provincial y nacional de Alicia Kirchner.
Tuvo también un rol importante durante el conflicto petrolero que en 2006 se cobró la vida del policía Jorge Sayago, en el que buscó mediar en más de una oportunidad. Pero a diferencia del ex obispo de Río Gallegos Juan Carlos Romanín, u otros curas "opositores" para los férreos cánones kirchneristas, Molina siempre fue muy cercano a los Kirchner, especialmente a Alicia.
Fue su fiel acompañante cuando murió el ex presidente. Estaba junto a ella cuando en 2007, en medio de un largo conflicto docente, Alicia fue agredida con harina y huevos al salir de almorzar en un restaurante de Río Gallegos.