El barrio San Pedro está a la entrada de San Martín: son 1.200 casas repartidas en seis enormes hexágonos que, a su vez, tienen calles, pasajes y rotondas internas, lo que da un total de 37 manzanas con las formas más diversas.
Perderse es de lo más sencillo y por eso es que los vecinos se acostumbraron a ser guía de los que llegan buscando un domicilio: “Doble en la que viene, hace veinte metros y a la derecha por la que nace al sur, después vuelta atrás por la callecita que topa”, puede ser parte de la enredada explicación en cualquier punto del barrio.
En el San Pedro, cualquier taxista necesita de un mapa para moverse y, pese a la confusión que genera, el barrio fue pensado como una pequeña ciudad autónoma: nació con destacamento policial, escuela primaria, iglesia, polideportivo y oficina de Registro Civil; también hay un centro comercial, tuvo alguna vez un centro de salud y hasta hubo una sede del Banco Mendoza.
Viven allí casi 9.000 personas y este fin de semana cumple 45 años, por lo que hoy habrá festejos.
“El San Pedro es un laberinto enorme, con decirte que viví trece años y hay zonas que no conozco”, ríe y ¿exagera? Darío Ghisaura, músico prestigioso y parte del grupo que organiza los festejos de hoy al mediodía en el predio del “tanque de agua” (uno de los puntos de referencia obligado dentro del barrio), donde habrá música, puestos de comida, teatro infantil, bandas de rock y un baile popular por la noche.
“Ésa es la idea y ojalá salga todo bien. Estamos en plena organización y viendo qué aporta cada uno”, dice Ghisaura, que cursa una tecnicatura en Gestión Sociocultural y, como parte del trabajo para el terciario, armó junto a un grupo de compañeros el espacio San Pedro Cultural que encabeza los festejos por el aniversario.
“Este barrio es increíble. Hicimos un relevamiento y viven 250 artistas entre músicos, escritores, fotógrafos y artesanos”, dice Ghisaura y cuenta que esa variedad les permitió armar dos eventos culturales en 2015 y ahora, junto a un grupo de vecinos, van por los festejos del barrio.
El San Pedro se encuentra en el cruce de la ruta 50 con la avenida Eva Perón, en lo que es el principal ingreso a San Martín. Está frente al hospital Perrupato pero, cuando fue pensado, el terreno era parte de la finca San Pedro, de donde tomó su nombre. Las casas fueron entregadas en tres etapas. La primera de ellas, en julio de 1971, hace ya 45 años.
Todos en el barrio coinciden en que, por la particularidad de su trama, el San Pedro es único y muchos aseguran que no hay otro igual en Sudamérica. “No sabemos si hay alguno parecido en el mundo”. amplifica Luis Amieva, vecino del lugar: “Algunos dicen que sí, que hay uno igual en Suiza.
Otros dicen que está en Venezuela o en Brasil, pero la verdad es que nadie sabe y es parte del mito que alimentamos los que vivimos acá para fomentar el turismo”, se ríe con la ocurrencia.
El barrio creció mucho aunque sigue teniendo algunas calles de tierra y la seguridad no es uno de sus puntos fuertes.
“Es la biblia y el calefón. Acá viven jueces, pero también chorros”, resume un vecino. A parte de más policías para el destacamento, entre los pedidos está el de más limpieza en las calles, la poda de los árboles y una política municipal que reactive el centro comercial, donde muchos locales permanecen cerrados.
“Este barrio se construyó por la gran demanda de viviendas de la zona y se pensó para familias o parejas casadas”, recuerda Rosa y arriesga una teoría difícil de comprobar: “Por eso, es que en aquellos años hubo muchos matrimonios en la zona, porque la gente no se iba a perder una vivienda por no estar casada”.
Después de 45 años, hay generaciones que nacieron, se criaron, estudiaron y hasta se casaron en el barrio; hoy, en los patios de algunas casas se levantan viviendas prefabricadas donde viven nuevos inquilinos o tal vez los hijos de aquellos que inauguraron el San Pedro.
“Lo mejor que tiene el barrio es la pertenencia que genera”, confirma Carlos, dueño de un quiosco cerca de la ruta: “Es sin dudas el barrio con más personalidad de San Martín”, cierra el hombre.
Unos 250 artistas y el polideportivo
Un censo entre los vecinos, realizado por el grupo San Pedro Cultural, arrojó que en el barrio viven unos 250 artistas de las más diversas ramas. “Hay una decena de bandas de rock y muchas de ellas se presentaron en el San Pedro Suena, un evento que realizamos en 2015”, cuenta Darío Ghisaura.
También ese tren cultural organizó una primera muestra de artistas y un cine itinerante. La práctica de deportes es una de las grandes actividades en el San Pedro. Allí se levanta el enorme polideportivo Torito Rodríguez, que es el más grande de la zona Este: “Apostamos a que también sea un polo de desarrollo cultural y en eso trabajamos desde este proyecto.
Una de las ideas es que la gente aporte fotos, recortes, historias y anécdotas del barrio para armar una memoria colectiva”, dicen los integrantes de San Pedro Cultural, que se organizan a través de una página en Facebook.