En la Casa Rosada, el PRO y el radicalismo creen que no es imposible remontar en las presidenciales de octubre la diferencia de casi cuatro millones de votos que el peronista Frente de Todos sacó en las PASO del 11 de octubre. De eso hablaron este mediodía los anfitriones Marcos Peña y el ministro Rogelio Frigerio con la delegación de la UCR que se acercó a Balcarce 50. Los socios en Juntos para el Cambio analizaron la estrategia que seguirán en las distintas provincias y acordaron que todos los lunes habrá una reunión del seguimiento de la campaña.
El miércoles, la dirigencia radical realizó una cumbre en la sede del Comité Nacional. Allí se definió que la campaña electoral se "provincializará" y que los candidatos a diputados y senadores radicales serán los actores estelares, mientras que la fórmula presidencial Macri-Pichetto jugará un rol de coprotagonista. Esta idea rectora fue aceptada por el PRO.
Esto y otros temas de campaña fueron conversados en la jefatura de Gabinete por Peña, Frigerio, y los gobernadores radicales Gerardo Morales (Jujuy) y Gustavo Valdés (Corrientes), más los diputados Mario Negri y José Cano y los senadores Luis Naidenoff y Miguel Angel Rozas. El gobernador de Mendoza y titular partidario, Alfredo Cornejo, continúa de viaje oficial en Costa Rica.
Según la agencia Télam, un dirigente radical explicó que el partido tomará las riendas de la campaña “donde el PRO no hace pie y la UCR gobierna o tiene fuerte arraigo”.
“Se analizó la situación y la estrategia a seguir distrito por distrito”, citó Télam.
El radicalismo apunta a una campaña tradicional: “más cercana a la gente y menos digital”, definen. Peña (el gran arquitecto de la campaña en las PASO) y Frigerio no pusieron objeciones al planteo radical.
De todos modos, el jefe de Gabinete insistirá, en paralelo, con su diseño de campaña basado en redes sociales y en el grupo militante bautizado “defensores del cambio”. Peña envió un mensaje por WhatsApp. “Estamos convencidos de que vamos a ganar, depende de nosotros”, arengó en un audio que rápidamente se viralizó entre la militancia.
En su mensaje, Peña convocó a bregar por una utópica remontada, "no por una locura irracional sino por propia experiencia". Pidió que cada militante convenza a diez votantes. El jefe de Gabinete recordó que "en las PASO 2015, Mauricio quedó 15 puntos debajo de Scioli y todos decían que era imposible. Llegamos al balotaje y después ganamos". Se trata de una verdad a medias: Scioli quedó 14 puntos por encima de Macri, pero éste fue uno de los tres lemas de Cambiemos. Sumado Macri a las candidaturas de Ernesto Sanz y Elisa Carrió, la diferencia con Scioli fue solo de 8 puntos. Y en las presidenciales, Scioli se estancó en los 38 puntos, mientras que Macri subió a 34. Alberto Fernández, a diferencia de Scioli, pasó los 47 puntos.
El 7 de septiembre arranca oficialmente la campaña presidencial de cara al 27 de octubre. Pero antes habrá un desafío electoral importante para Juntos por el Cambio y clave para la UCR: el 29 de septiembre habrá elecciones a gobernador en Mendoza. Se trata de una de las cinco provincias donde gobierna el oficialismo. Y una de las tres radicales.
Morales, que este jueves presidió la delegación radical, salió airoso en su territorio y consiguió la reelección. Corrientes reeligió un radical en 2017. Mendoza, gobernada por Cornejo, es una incógnita. Allí, el oficialismo propone la candidatura del radical Rodolfo Suárez. El peronismo le opone a la senadora kirchnerista Anabel Fernández Sagasti. En las PASO presidenciales, Alberto Fernández consiguió un 40% en Mendoza, tres puntos más que la candidatura de Macri. En las primarias provinciales, la ventaja fue para el oficialismo. Un final abierto que preocupa en la Casa Rosada.