Si el presidente Mauricio Macri pretendía que no se hiciera la Cumbre de los Pueblos, no lo logró. El evento, con claras características de "contracumbre" sí se hizo, más allá de que el mandatario -por primera vez en 11 años- no dio lugar a que ese evento tuviera oficialidad.
Pero si alguien imaginaba que en esa reunión iba a haber algún tipo de apoyo al oficialismo del Mercosur, lejos estuvo de acertarle.
La Cumbre de los Pueblos fue un encuentro claramente antagónico al poder establecido en la cumbre oficial. Fue un evento opositor que sumó arengas contra "el avance de la derecha" en la región y las políticas neoliberales.
Un encuentro que avaló a Nicolás Maduro en pos de una Asamblea Constituyente en Venezuela y rechazó la suspensión de ese país en el Mercosur.
Una reunión que despotricó contra la reciente condena a Lula Da Silva en Brasil y que repudió la presencia en Mendoza del “golpista” presidente actual, Michel Temer.
Un evento que además pidió la liberación de presos políticos, como las líderes de la Tupac Amaru, Milagro Sala y la mendocina Nélida Rojas.
Y en el particular caso argentino, una reunión en la que la oposición política, mayoritariamente kirchnerista, criticó al gobierno de Macri y pidió “que vuelva Cristina Fernández” y que termine la persecución contra la ex presidenta. De hecho, el cierre de los discursos estuvo a cargo de dos referentes K, los legisladores nacionales Anabel Fernández Sagasti y Guillermo Carmona.
Más allá de las consignas políticas, las cerca de 300 personas que llegaron a la Facultad de Artes de la UNCuyo, representando a organizaciones políticas, gremiales y sociales de distintos países de la región, cumplieron con el ritual de toda cumbre social.
Durante la jornada se reunieron en comisiones, discutieron la realidad y consensuaron conclusiones que luego volcaron a un documento.
Además recibieron algunas visitas notables. Estuvo el embajador de Venezuela, Carlos Martínez Mendoza, que pidió el apoyo a la Asamblea Constituyente que promueve Maduro. “Este es el espacio para denunciar los atropellos contra Venezuela y las amenazas constantes de EE.UU.”, dijo el diplomático bolivariano sobre la Cumbre de los Pueblos.
También asistió el presidente del Parlasur, el brasileño Arlindo Chinaglia, que habló “como militante” y no como jefe del Parlamento del Mercosur.
“El estado de derecho en Brasil se rompe diariamente”, dijo, atendiendo a los “varios ataques” recibidos por Lula y Dilma Rousseff. Y también habló de la reforma laboral que impulsa Temer, que consideró “extremadamente cruel”.
También llegó una delegación de San Luis, encabezada por el vicegobernador Carlos Ponce (Alberto Rodríguez Saá no fue “por razones de salud”) y legisladores provinciales. En esa provincia hubo una “precumbre” días atrás y allí surgieron temas como el pedido de “declaración de emergencia alimentaria”.
Tras los discursos, los asistentes firmaron el documento de conclusiones. Allí se lee, entre varios puntos, el categórico rechazo a “la ilegal y arbitraria suspensión” de Venezuela del Mercosur y el rechazo “de las amenazas intervencionistas de EE.UU.”.
También reconoce y respalda al gobierno de Maduro y apoya la solución “pacífica, democrática y soberana de sus conflictos” con la convocatoria “a la Asamblea Constituyente”.
Repudia la presencia “del golpista Temer, quien ejerce en forma ilegítima e ilegal” el gobierno de Brasil. “El golpe de Estado parlamentario contra Dilma Rousseff constituye una práctica sistemática de las corporaciones transnacionales para instaurar su modelo de dominación y recolonización de los pueblos de Nuestramérica”, dice el texto.
Otros reclamos: “Una salida soberana al mar” para Bolivia; “derechos soberanos” de Argentina sobre las Malvinas.
También denuncian el proyecto de Horacio Cartes en Paraguay “que agudiza la pobreza y exclusión social”. Y “el espurio” acuerdo sobre Yacyretá entre Macri y Cartes, además de pedir la libertad de los presos políticos de Curuguaty y de Milagro Sala.
Los firmantes esperan que el texto llegue hoy a los presidentes del Mercosur. El encomendado para esa tarea es Evo Morales, el único mandatario loado en la reunión opositora.
Pedido de aval para la Constituyente chavista
El embajador de Venezuela en Argentina, Carlos Martínez Mendoza, pidió el apoyo de organizaciones sociales, humanitarias y sindicales de la región al Asamblea Constituyente venezolana, al hablar ayer en la “contracumbre” que se llevó a cabo en la Universidad Nacional de Cuyo, en paralelo a las reuniones previas a la cumbre del Mercosur en Mendoza.
La elección de asambleístas constituyentes, prevista para el 31 de julio próximo en medio del rechazo de la oposición es impulsada por el gobierno de Nicolás Maduro porque “lo que viene es un proceso de recolonización de América Latina”, señaló el diplomático.
“Lo que hoy está en juego en nuestra América no es sólo la restitución del neoliberalismo, lo que viene es un proceso de recolonización de América Latina”, aseguró Martínez Mendoza. El diplomático pidió además el apoyo de las organizaciones para “la Constituyente”, a la que aseguró que “han tratado de desnaturalizar desde afuera”.
Se incumplió una normativa del Mercosur
Una crítica recurrente de la Cumbre de los Pueblos, fue la negativa del presidente Macri a organizar esta cumbre “social”. Según Eduardo Pereyra, secretario de Relaciones Internacionales de la CTA, entidad que organizó este encuentro paralelo, el mandatario les dijo que no estaban dadas “las condiciones” para hacerlo.
Es la primera vez que esto sucede -desde 2006, cuando se hizo por primera vez en Córdoba- y tanto Pereyra como todos los oradores de la reunión de ayer, señalaron que Macri “incumplió” la normativa del Mercosur.
Efectivamente, el decreto del Consejo del Mercado Común 65/10, emitido en Foz de Iguazú, el 16 de noviembre de 2010, establece la creación de la UPS (Unidad de Apoyo a la Participación Social) del bloque regional. Y además de otorgarle financiamiento, le otorga -entre otras- las funciones de “actuar como canal de diálogo” entre el Mercosur y la sociedad y los movimientos sociales y le obliga a “apoyar la organización de la cumbre social del Mercosur”.