Desde la Edad Media, el personaje del bufón es protagonista de las historias del teatro antiguo y una de las personalidades que acompaña al Monarca, con su singular aspecto grotesco y gracioso.
Y para Gonzalo Villanueva, actor, director y docente mendocino, que desde el año pasado volvió a su provincia natal para afincarse con su bagaje escénico (tras transitar dos experiencias, la representación de “Ricardo III” de William Shakespeare y el unipersonal “Crónica breve del Rey Lear”), el personaje del bufón viaja en su inconsciente creativo, para luego materializarlo en una puesta más que llamativa.
De su curiosidad y manejo de la técnica, escribió “Un claro en los pantanos”, la obra que se estrena hoy con un elenco de doce actores mendocinos, en la sala Lita Tancredi.
Entre el misterio y las revelaciones
“La obra la escribí el año pasado y convoqué a actores que ya conocía. Actores del elenco De Sol a Sol y algunos que participaron en dos seminarios de actuación que hice. Es un elenco heterogéneo en sus perfiles y edades. A partir de marzo comenzamos un trabajo de investigación sobre la técnica del bufón, para después meternos en el montaje”, comenta Villanueva, director de la obra, quien potencia su conocimiento sobre la técnica, con un elenco dinámico y numeroso.
Sumergidos en una bruma áspera, y en una niebla oscura, “Un claro en los pantanos” traza la vivencia de la comunidad de los bufones. Luego de deambular por distintos parajes, se instalan en un edificio abandonado: el viejo granero del pueblo. Ellos custodian un animal fantástico, un habitante del mundo antes de que el sol ensombreció. Están en peligro. La patota de La Señorita, propietaria de La Hacienda, amenaza continuamente el granero. Las distintas posturas y los enfrentamientos en la comunidad, así como un plan macabro de La Señorita, desatarán los acontecimientos, forzándolos a que acepten su destino y, sin saberlo, consuman el sacrificio.
-¿Por qué decidiste trabajar nuevamente con el personaje del bufón?
- En este caso nos metemos con los bufones del misterio. Hay muchos bufones: el del rey, el urbano, el de feria y los bufones del misterio, que son fantásticos y se meten con lo sagrado, el poder, lo trascendente, las jerarquías. Compuse esta historia, que no es realista sino una tragicomedia; es un historia fantástica, llena de misterio. Hay un ser fantástico en la historia que es clave en la acción. Son personajes que denuncian, interpelan e incomodan al público.
- ¿Cómo fue el proceso de trabajar con doce actores en escena?
- Hace tiempo que vengo trabajando con elencos grandes y en este caso no sólo era la puesta en escena sino introducirlos en la técnica del bufón. A mí, cuando me toca dirigir, me gusta trabajar con elencos grandes por el trabajo en equipo, con los que se generan vínculos muy interesantes. Me gusta dirigir al actor, involucrarme en el proceso, pulir para quedarse con lo necesario. Me gusta el trabajo colectivo donde se va encontrando, en una ida y vuelta, el material escénico.
En esta comunidad de bufones del misterio, el claroscuro, los grises de la atmósfera y la realidad palpable del espacio, son algunas de las características estéticas que se unen a la dramaturgia fantástica, con un claro mensaje de denuncia sobre la realidad y lo que la sociedad oculta. El cataclismo intrínseco de los personajes navega por la metáfora, el sarcasmo y la parodia.
- Hay una impronta estética muy cuidada, que encierra el trabajo dramático...
-Sí. El mundo que plantea el bufón del misterio es apocalíptico. Tiene que ver con la adivinación, con adelantarse al futuro. Nuestra historia está atravesada por una niebla muy espesa; los bufones encuentran un granero abandonado, donde viven. Y en esas condiciones defienden la pureza de la luz. Se meten en esos lugares incómodos, porque invitan al espectador a indagar en su entorno más próximo y a cuestionarse esos paradigmas.
No es una estética oscura, sino que son mundos en los que el espectador debe separar y elegir lo oscuro de lo claro, lo verdadero de lo falso, lo impuesto de lo elegido. En términos de puesta en escena, hicimos un trabajo intenso de composición de personaje, cada uno con su vestuario, con sus máscaras. Algo muy atractivo es que trabajamos con el espacio tal cual es, sin telones, y mostramos las paredes del espacio. La escenografía es el espacio teatral y lo vuelve muy interesante, porque se encuentra adentro de un galpón, que reconstruimos en un viejo granero. Una edificación vieja, con sus paredes descascaradas, desnudo.
La ficha
"Un claro en los pantanos"?
Dramaturgia y dirección: Gonzalo Villanueva.
Elenco: Jazmín Barrera, Jonathan Cubillos, Valentina Morón, Verónica Morales, Scarlett Morales, Eduardo Nolcic, Daniel Gallo Piña, Ignacio Sánchez, Guillermo Sessarego, Agustina Somoza, Constanza Vargas y Noelia Videla.
Día y hora: hoy, a las 21.30. Repite sábados de agosto y sábados 2 y 9 de setiembre.
Lugar: sala Lita Tancredi (Montecaseros 1177, Ciudad).
Entrada: $ 100.