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Generalmente reducimos los cuidados básicos del césped a abonar y regar, sin tener en cuenta que, no solo importa el qué, sino también el cómo (y otras pequeñas pistas que ahora veremos).
1. FERTILIZÁ MENOS
Es normal que te mueras de ganas de abonar el terreno en cuando aprieta un poco el calor, pero no te pasés: una fuerte dosis reverdecerá tu césped rápidamente, pero también lo hará más vulnerable a las malas hierbas, plagas y al calor.
2. HACELO MÁS ESPESO
Las malas hierbas buscan y rellenan los huecos que el césped deja. Por eso es recomendable que siembres en las superficies menos pobladas.
3. ¿CUÁNDO CORTARLO?
Depende de la variedad que tengas en casa, pero ahora que empieza a calentar el sol, hacelo una vez cada dos semanas como mínimo. Cuando comience el verano cada 10 días.
El secreto está en dejar el pasto lo suficientemente alto para evitar que las raíces pasen hambre, pero suficientemente corto para que se vea bien.
4. ¿CÓMO CORTARLO?
Antes de cortar, limpiá bien el césped con un rastrillo, eliminando hojas, ramas, piedras, alambres… ¿Por qué? Por seguridad.
Nunca cortés el césped mojado: por lo tanto, nunca lo hagas después de regar ni cuando haya lloviso, porque dañarías las puntas y formarías una pasta en la máquina que te haría la vida imposible durante la tarea.