Es notable el aumento de la asistencia de mujeres y hombres a gimnasios, con el objetivo de mantener un buen estado físico y una vida saludable. En el caso de las mujeres, ¿existe alguna consecuencia?.
Desde el punto de vista ginecológico, ellas tienen mayor propensión a padecer mayor cantidad de flujo y por ende, un mayor riesgo de tener hongos, micosis o vaginosis bacteriana. Las mismas aparecen porque hay un sudor constante y mayor humedad en la ropa, eso produce un “desbalance” dentro de la flora normal de la vagina, aumentando la presencia de hongos y bacterias.
Es por eso que en el caso de aquellas mujeres que practiquen natación es fundamental que se den una ducha cuando salen de la pileta, ya que de esta forma sacarán el cloro de la zona genital. Si bien el agua solo rodea la zona de una forma superficial, la vagina está en contacto con la malla, que son de una tela tipo “plástica”. Si se quedan con ella puesta mucho tiempo, también se producen hongos o enfermedades bacterianas. Para evitar estos cuadros, se recomienda estar depiladas o rasuradas totalmente, porque al no tener pelo hay menos humedad y la zona tiende a secarse más rápido. Lo importante es una ducha rápida y secarse bien.
La ropa interior de algodón es fundamental en la práctica de deportes, ya que al ser más absorbente, disminuye el sudor y el riesgo de infecciones del flujo vaginal y de infecciones urinarias.
Practicar deportes durante el ciclo menstrual no presenta ningún contratiempo, en tanto la mujer use el método con el que se sienta más cómoda: toallita, tampón o copa menstrual. Si la mujer se siente a gusto, no tiene dolor y está en buen estado físico puede practicar cualquier deporte. Es importante destacar que los tampones no hay que dejarlos colocados muchas horas. Lo recomendado es que se usen entre 4 a 6 horas y no dormir con ellos puesto, porque alteran el microclima y la flora vaginal normal.