"Es importante plantear esto (mayor seguridad laboral) como una necesidad ya que se ahorraría dinero todo el sistema y la comunidad", subrayó el médico laboralista Eduardo Palacio. Para dar una noción mencionó que en los países desarrollados los gastos por accidentes laborales se estiman en 4% del PBI, mientras que en los que están en desarrollo superan esta proporción. A esto hay que sumar la gran problemática del trabajo informal donde las condiciones de seguridad son inferiores y no están controladas, el gobierno reconoce que está en torno al 40% y se encuentran mayormente es el agro y en las ciudades chicas", dijo.
Mencionó como el gran defecto de la normativa, que no se exija tener un médico laboral a las empresas que tienen menos de 150 empleados, tal cual está consignado en el decreto 1.338/96. "Estas son el grueso de las pymes, la fuerza motora", dijo y agregó que "la medicina del trabajo es eminentemente preventiva, capacita y evita accidentes".
Asimismo, sugirió que una posibilidad es que el Estado permita deducir de los impuestos lo que se invierte en seguridad, ya que generalmente es considerado un gasto. Destacó que las grandes empresas internacionales con parámetros europeos o norteamericanos "funcionan excelente" y hasta tienen gimnasios mientras que incluyó aquí a algunas de capitales locales.