Cuenta regresiva para el primer satélite argentino

El Arsat 1, construido en Bariloche, en las próximas semanas será puesto en órbita desde una base de la Guayana Francesa. Servicios de TV digital y telefonía.

Cuenta regresiva para el primer satélite argentino
Cuenta regresiva para el primer satélite argentino

El primer satélite geoestacionario construido en el país, el Arsat- 1, fue enviado de Bariloche hacia la Guayana Francesa, desde donde partirá a mediados de setiembre para entrar en órbita y suministrar servicios de televisión digital, internet y telefonía para Argentina y el Cono Sur.

Cristina Fernández de Kirchner destacó ayer que "no hay más de ocho países en el mundo que tengan la capacidad de fabricar satélites del tamaño del Arsat-1". El artefacto tiene casi cuatro metros de alto y más de 16 de largo -con los paneles solares extendidos- y se ubicará a 36 mil kilómetros de distancia de la Tierra.

"Argentina se suma al selecto 'club' de países que producen este tipo de satélites: USA, Rusia, China, Japón Israel, India y la Eurozona", agregó la mandataria.

Arsat-1 es el primer satélite fabricado en Argentina, de una serie de tres. Fue desarrollado por la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales (Arsat), pero la estatal Invap -la única empresa argentina calificada por la NASA para proyectos espaciales- es responsable del gerenciamiento, la ingeniería, la fabricación, integración, ensayos, el aseguramiento de la calidad y la operación en las primeras órbitas de los satélites. El proyecto se terminó luego de ocho años de investigación.

Fue necesario una inversión cercana a los US$ 250 millones, que incluye traslado, lanzamiento y seguros internacionales. Un grupo de 25 aseguradoras verificó el estado de los equipos y garantizó el financiamiento para una vida útil de 15 años.

Según la Presidenta, "con estos satélites argentinos estamos protegiendo las dos órbitas geoestacionarias asignadas a la Argentina por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT)". La mandataria indicó que la empresa alemana Nahuelsat se encargaba de la administración de las órbitas asignadas a Argentina y las posiciones orbitales quedaron en riesgo de perderse cuando la empresa empezó a tener problemas económicos, por lo que el Estado decidió hacerse con sus activos y crear la Empresa Argentina de Soluciones Satelitales.

Cristina Fernández señaló que se puede hablar de "soberanía satelital" ya que "Gran Bretaña estaba detrás de una de las dos posiciones que pudo retener la Argentina".

El satélite Arsat-1 fue trasladado el sábado en un avión Antonov ucraniano diseñado especialmente para transportar equipos de gran tamaño. Luego será impulsado al espacio por de uno de los lanzadores que opera desde la Guyana Francesa y comenzará a operar en la órbita geoestacionaria de 72º oeste. El Arsat-2 lo haría a partir de 2015.

Con respecto a Arsat 1 explicó también que "brindará entre otros servicios para Argentina y todo el continente americano, la distribución de televisión digital abierta (TDA), ofrecerá internet y participará en telefonía celular para reemplazar conexiones en lugares donde no las hay y cubrir zonas aisladas".

Por último se refirió a la presentación de "la despedida de Arsat 1 a través de la TV Pública" y subrayó que "la fiesta barilochense de despedida del Arsat 1" estuvo a cargo del periodista y científico Adrian Paenza y aprovechó para recordar que había sido "galardonado con Premio Leelavati 2014".

Cristina resaltó que se trata del "máximo reconocimiento internacional a la tarea de divulgación matemática" y aseveró que "la distinción se entrega cada 4 años a quienes hacen aportes para mejorar la percepción de matemática como disciplina intelectual". En ese sentido, recordó que al recibir el premio Paenza dijo que "se trataba de un premio para todos los argentinos" y al finalizar, enfatizó: "Arsat-1 y Adrian Paenza, orgullo nacional x 2".

De paseo por Invap

El presidente de Invap, Horacio Osuna, y el gerente general Héctor Otheguy, encabezaron la comitiva de directivos y científicos, que de acuerdo al área visitada fue sumando interlocutores, en especial el jefe del Proyecto Arsat 1 por la empresa, Ignacio Grossi, y el gerente de Asuntos de Gobierno, Marcelo Bacigalup. Comenzaron por el salón de armado de radares, donde hay un gran plato de un radar meteorológico, además de equipamientos en desarrollo gigantografías de radares de control de vuelos comerciales y de los radares tridimensionales. En este sector se destacó el progreso del país desde los cuatro radares monopulso que había en 2003 hasta los 22 provistos por Invap y ya instalados en todos los aeropuertos del país.

También se recordó que uno de los radares tridimensionales, de seguridad aérea, donados por España fue instalado en Chaco. Luego pasaron a la gran sala de Integración Satelital, donde está ya terminado el Arsat 2, y le explicaron que el próximo paso de este satélite será en el laboratorio contiguo de Ceatsa, donde recibirá las pruebas ambientales.

También hablaron sobre el desarrollo hecho desde hace más de 30 años en materia de energía nuclear y reactores científicos, proceso con el hito de la venta a Australia del Opal, para fabricación de radioisótopos para investigación y medicina, que implicó diez años atrás el ingreso de divisas por 200 millones de dólares, la exportación unitaria más importante de la historia del país.

"En ese caso no sólo competimos con los principales fabricantes del mundo en estos reactores, sino que no éramos la opción más barata", afirmó Otheguy. Sobre la facturación de la empresa se informó que es de 200 millones de dólares al año-, el personal -1.200 empleados.

Con orgullo, Otheguy completó: "Igual que en los radares, satélites y reactores, la eficiencia administrativa está al mismo nivel, y eso es fundamental en nuestro crecimiento".

Producción científica

El puesto 79 alcanzado por el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas-Conicet en el ranking internacional que mide el desempeño de unas 5.000 instituciones científicas marca tanto la evolución positiva de la buena ciencia básica que hace, como el hecho de que sus resultados sean utilizables, afirmó el presidente del organismo, Roberto Salvarezza.

"Si en 2009 nuestra producción nos colocaba en el puesto 151 y hoy lo hace en el 79, es porque hemos logrado conservar la producción científica del Conicet pero también, ser capaces de hacer aplicable el conocimiento", dijo Salvarezza. Se trata del ranking elaborado por el Grupo Scimago a partir de una serie de indicadores bibliométricos que permiten clasificar el desarrollo de instituciones de investigación del mundo.

El presidente del Conicet enfatizó que se han incrementado "las veces que el organismo resulta mencionado en las patentes, lo que indica que nuestro conocimiento puede ser transferido".

Tenemos algo para ofrecerte

Con tu suscripción navegás sin límites, accedés a contenidos exclusivos y mucho más. ¡También podés sumar Los Andes Pass para ahorrar en cientos de comercios!

VER PROMOS DE SUSCRIPCIÓN

COMPARTIR NOTA