Sin solemnidades, Cuba recuerda este sábado a Fidel Castro en el primer aniversario de su muerte, una jornada de poemas, canciones y discursos, que sólo rivalizan con los llamados oficiales a las elecciones municipales del domingo.
El acto más importante será al anochecer en la escalinata de la Universidad de La Habana, tribuna frecuentemente usada por Fidel en sus maratónicos y encendidos discursos.
La Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) convocó para ese lugar a los estudiantes y otros jóvenes a una "velada político-cultural" por "el primer aniversario de la desaparición física del Comandante en Jefe".
No se descarta la asistencia de su hermano, Raúl Castro, quien lo sustituyó en la presidencia de Cuba por enfermedad desde 2006 pues el gobierno no tiene previsto hasta ahora ninguna conmemoración, inspirado en el rechazo al culto a la personalidad que propugnó Fidel y que el Parlamento refrendó legalmente.
Fallecido a los 90 años, 48 de ellos a las riendas de Cuba, Fidel despertó pasiones extremas y encontradas entre los cubanos. Nadie fue indiferente. Al igual que hace un año, sus enemigos acérrimos en Cuba callan este día.
"Yo soy Fidel", "Fidel vive", "Fidel entre nosotros", se lee en carteles, graffitis en las calles y sobre todo en los medios, un homenaje que comenzó días atrás y que permitió descorrer más la cortina que siempre mantuvo Fidel sobre su vida privada y familia.
Su esposa Dalia Soto-del Valle y sus cinco hijos, Alex, Antonio, Angel, Alexis y Alejandro, han sido invitados a homenajes públicos y destacada su presencia en los medios, una novedad para la mayoría de los cubanos que no los conocen.
Antonio, ortopédico, se afana en estos días en el proyecto Béisbol5, de la Confederación Mundial de Béisbol y Softbol, de la cual es ejecutivo.
"Llevar adelante proyectos como estos es simplemente cumplir con Fidel", dijo.
"Fidel vive en cada niño de estos que juega béisbol, vive en cada idea renovadora que se haga con respecto al deporte en el mundo, vive en la energía de cada cubano", agregó.
Cuando murió este ateo-marxista educado por los jesuitas, hubo una novena de luto en Cuba hasta que sus cenizas fueron depositadas en una monolito en Santiago de Cuba (sureste). No se descarta algún acto en esa ciudad en torno al 4 de diciembre.
Elecciones en Cuba
Más de ocho de los 11,1 millones de cubanos están convocados el domingo a votar en las elecciones municipales, un proceso sin sobresaltos ni sorpresas, que debe terminar en febrero con un nuevo presidente, como parte de un relevo generacional, previsto por los dos hermanos.
Votar en Cuba no es obligatorio legalmente, pero si es considerado un acto político de apoyo al gobierno, por lo cual algunos medios utilizan la figura de Fidel para convocar a las urnas.
Aunque parte de la disidencia propugnó participar en los comicios, sus candidatos fueron impedidos, desestimulados a la fuerza o derrotados en las postulaciones barriales a mano alzada.
Se desconoce públicamente quién será el candidato que sustituirá a Raúl en la presidencia, iniciando una nueva era post Castro, aún cuando el general-presidente conserve el más importante puesto de Cuba, el de secretario general del Partido Comunista (PCC, único), hasta el próximo Congreso de 2021.
"Cualquier nuevo gobierno después de Raúl Castro deberá ser por naturaleza colectivo, pues el país no vive un momento carismático y ninguno de los líderes de la nueva generación tiene capital político para dictar política, mas allá de las atribuciones de su cargo", dijo a Arturo López-Levy, de la Universidad de Texas-Rio Grande Valley.
No obstante, muchas miradas observan al actual vicepresidente primero, Miguel Díaz-Canel, un ingeniero de 57 años, que ha subido paso a paso en la política local de la mano de Raúl.
Previsor hasta los más mínimos detalles de todos los movimientos futuros, no sería extraño que el próximo candidato a la presidencia en Cuba, fuera aprobado antes por Fidel en vida.