Cuatro razones para cambiar los productos menstruales desechables por eco-friendly

¿Cuántas somos las que sufrimos de calor, incomodidad y malestar durante el período? Sumado a todo esto, en la era de la conciencia por el cuidado del medio ambiente, las mujeres han buscado alternativas para adaptarse y siempre estar más acorde a sus necesidades.

Las copas menstruales y las toallitas reutilizables no son algo nuevo, hace tiempo que están ganando terreno en el mercado y cada vez son más las mujeres que se lanzan a probar esta alternativa. Acá te damos más razones para que elijas formar parte de esta movida.

Nuestra salud

Es sabido que los productos hechos para el ciclo menstrual son dañinos para nuestro organismo. Los químicos que contienen las toallitas descartables y los tampones son perjudiciales y, a largo plazo, pueden tener efectos desastrosos desembocando en infecciones, irritaciones, hongos, incluso Síndrome del Shock Tóxico (SST) o Cáncer de útero.

Las copas menstruales resultan muy amigables al cuerpo ya que están fabricadas con silicona, son hipoalergénicas y se adaptan correctamente a vos. Además, al evitar el contacto entre el aire y la sangre de tus pérdidas hace que "no se generen olores", y previene la proliferación de bacterias y otros microorganismos que usualmente generan infecciones.

En el caso de las toallitas ecológicas, al estar hechas de tela, no contienen químicos invasivos para el organismo y se cambian con mayor frecuencia, lo que evita que se acumule el flujo menstrual y se generen infecciones.

Aportas tu granito de arena al medio ambiente

Además del daño que pueden producir en nuestro cuerpo, son terriblemente ofensivos con el medio ambiente. Una toallita tarda aproximadamente 500 años en degradarse, si cada mujer usa alrededor de 30 toallitas por mes y no buscaran una alternativa sustentable, el daño que producen estos productos sería casi irreversible.

La copa menstrual tiene una vida útil de alrededor de 10 años y las compresas ecológicas al menos 3 años. Además de que llegado el momento de tirarlas, sus componentes no dañan el ecosistema y son reciclables.

Son cómodos, prácticos y frescos

En la época del verano, es casi ley que una no pierda oportunidad de meterse a la pileta incluso durante el periodo, pero a veces lo evitamos por miedo a posibles accidentes. La copa no permite derrames, no hay ningún tipo de riesgo además de que ni siquiera se siente que está. Sumado a esto, es súper fresca. La humedad que producen las toallitas en la zona íntima quedó atrás.

Otro punto a favor es su practicidad. La copa puede estar hasta 12 horas sin vaciarse y al momento de hacerlo, sólo hay que vaciar, enjuagar y volver a colocar. En el caso de las toallitas de tela, su forma permite que en el caso de no estar en casa, la cierres y la guardes para luego lavarla.

Nuestra economía

Es súper económica a largo plazo. Una copita tiene una vida útil de entre 5 a 10 años. Su precio, en relación a lo que cuesta, no tiene siquiera comparación: podés conseguir kits de copas a partir de 1000 pesos, donde podes seleccionar de diferentes tamaños y utilizar la que más se adapte a tu cuerpo.

Por otro lado, las compresas de tela son súper económicas en comparación a las descartables. Armando un kit con tres toallitas de cada tamaño (nocturna, diaria y protectores) estarás lista para afrontar el periodo sin problemas.

Es cuestión de animarse a probar esta forma de afrontar nuestro periodo y amigarnos cada vez más con él. Además, resulta ser una forma más de aportar nuestro granito de arena para ayudar al cuidado del medio ambiente.