Javier Iguacel renunció a su cargo como secretario de Energía de la Nación, a seis meses de haber asumido y tras un fuerte lobby de las petroleras para que ese puesto lo ocupara Gustavo Lopetegui, quien finalmente fue nombrado como reemplazante.
De vacaciones hasta el 10 de enero en Villa La Angostura, el presidente Mauricio Macri decidió reemplazar a Iguacel con Lopetegui, quien venía ejerciendo como su principal asesor externo en materia económica, por fuera de Hacienda.
Lopetegui había sido secretario de coordinación de Políticas Públicas de la Jefatura de Gabinete, por detrás de Marcos Peña y a la par de Mario Quintana, junto a quien fue desplazado en septiembre cuando también hubo cambios en el Gabinete.
El ex CEO de LAN Argentina no tendrá que lidiar ya con anuncios sobre fuertes aumentos de tarifas de luz y gas dado que a partir de mediados de 2019 las mismas ajustarán de forma casi automática cada tres meses por inflación.
Incluso con la renuncia a punto de materializarse, Iguacel anunció el jueves que la tarifa de luz subirá 55% escalonado a lo largo de 2019 en la zona metropolitana de Buenos Aires mientras el gas tendrá un ajuste del 35% desde abril.
Esa tarea antipática es la que llevó adelante Iguacel desde el 16 de junio pasado cuando Macri lo llamó por teléfono para que dejara el cargo como director de Vialidad Nacional y se ocupara del espacio que había abandonado Juan José Aranguren, ex CEO de Shell.
Diferencias con Dujovne
Ese nuevo puesto le dio a Iguacel -de 45 años- más poder y exposición que Vialidad e incluso más que la intendencia de la localidad bonaerense de Capitán Sarmiento, donde el ahora ex funcionario se crío y por la que compitió y perdió en 2015, representando a Cambiemos.
Macri había "premiado" a Iguacel con el cargo en una de las carteras clave de la gestión -por el desarrollo vertiginoso que está experimentando Vaca Muerta- después de que el funcionario fuera impulsor de las denuncias que enviaron a Lázaro Báez a la cárcel.
Todo había comenzado con elevadas expectativas aquel 16 de diciembre cuando Macri llamó Iguacel, un egresado de la carrera de ingeniería en petróleo en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), pero poco a poco la gestión se fue complicando.
La situación interna se recalentó por las protestas del sector petrolero de forma directa al Presidente, lo que fue generando diferencias de criterio para el tratamiento del problema entre el ahora exfuncionario y su jefe, el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne.
En Hacienda le endilgaban a Iguacel escaso poder de negociación con las petroleras para la determinación de precios tras la baja del crudo. Y el funcionario se defendía sosteniendo que no estaba apañando a las empresas sino que estas estaban cartelizadas.
El barril de crudo Brent del mar del Norte (de referencia para la Argentina) cotiza actualmente en unos 52,26 dólares, un 30,82% que el nivel de 75,55 dólares que tenía cuando Iguacel asumió en Energía. En el mismo período, el tipo de cambio subió 52%.
La acusación del secretario de Energía contra las petroleras terminó en agosto en un llamado de los presidentes de YPF, Miguel Ángel Gutiérrez; Shell, Teófilo Lacroze; y Axion, Marcos Bulgheroni a Macri para que su funcionario clarificara la situación.
Lazos petroleros
Iguacel tiene fuertes lazos con el sector petrolero desde 1997, cuando dio sus primeros pasos en YPF, empresa a la que renunció en 1999 tras la venta del paquete accionario a la española Repsol por parte de la gestión de Carlos Menem.
A lo largo de su carrera profesional Iguacel se desempeñó en las compañías Pecom Energía (de Perez Companc) y Pluspetrol (controlada por el holding holandés Pluspetrol Resources Corporation) en la que estuvo entre 2004 y 2015, cuando renunció para dedicarse a la política.
A pesar de ese curriculum, Iguacel nunca pudo congeniar una estrategia con las petroleras ni ejecutar lo que le pedía Dujovne: evitar una disparada de precios.
Uno de los mayores pasos en falso que dio Iguacel fue en octubre cuando resolvió que a partir de enero los usuarios de gas natural debían compensar a las empresas con 10.000 millones de pesos en 24 cuotas con interés por el impacto de la devaluación, porque las tarifas están dolarizadas.
Opositores, críticos y enojados con tarifazo
Legisladores y dirigentes de la oposición reaccionaron ante la renuncia de Iguacel con críticas a la política tarifaria y los aumentos anunciados para 2019, a través de mensajes en las redes sociales.
El senador nacional Fernando Solanas (Proyecto Sur) dedicó dos tuits a la renuncia del funcionario de Cambiemos en su cuenta de esa red social: "Los ministros pasan, los tarifazos quedan", fue el primero y luego agregó: "¿Hasta cuándo vamos a tener que esperar las renuncias de Dietrich y Dujovne? Ellos también son responsables de todo este desastre".
Por su parte, la senadora nacional Magdalena Odarda (Frente Progresista-CC-ARI) escribió "Cambian los nombres pero ratifican el rumbo del ajuste brutal".
El diputado nacional y secretario general de la CTA, Hugo Yasky, opinó también vía Twitter que el futuro secretario de Energía, Gustavo Lopetegui, pertenece al "núcleo duro de lo peor del macrismo" y evaluó que "todo apunta a un 2019 peor que este año nefasto que dejan atrás".
La legisladora nacional Mónica Macha (Unidad Ciudadana) consideró que la salida de Iguacel y la designación de Lopetegui en su lugar "es una muestra más del nivel de desconcierto e improvisación de este gobierno" y completó: "Están ajustando al pueblo mientras nos conducen al abismo".
El ex funcionario y titular de Nuevo Encuentro, Martín Sabbatella, expresó que "no importa que se vaya un funcionario", sino que se "ponga fin a las medidas que afectan a la mayoría del pueblo".
La diputada nacional Gabriela Cerruti (Frente para la Victoria) tuiteó: "Te clavan un tarifazo y se van a la m.... Vale para Dietrich e Iguacel".
El ex funcionario y dirigente peronista Aníbal Fernández también sumó sus críticas al definir a Iguacel como "un bueno para nada" y agregó "siguen los éxitos".