Un equipo de sismólogos inició este viernes una nueva misión de cuatro meses para perforar la corteza terrestre frente a las costas de Japón, con el fin de intentar determinar el origen de los terremotos.
Los científicos salieron a bordo del buque especializado Chikyu, que significa Tierra en japonés, dotado con equipos satelitales y una torre de perforación de 121 metros que puede excavar 7.000 metros por debajo del lecho marino.
El barco zarpó del puerto de Shimizu (centro de Japón) y reanudará, a 80 kilómetros de la costa japonesa un trabajo de perforación iniciado en 2007 que se ha proseguido regularmente desde entonces bajo el Océano Pacífico.
Los investigadores perforarán hacia la falla de Nankai ("la falla del mar del sur"), donde la placa del Mar de Filipinas pasa bajo la Placa Eurasiática.
La intensa actividad geológica de esta zona podría provocar a largo plazo un terremoto potencialmente devastador, mucho mayor que el de magnitud 9 del 11 de marzo de 2011 que tuvo lugar a unos mil kilómetros al noreste de esta zona y causó un gigantesco tsunami.
Japón experimenta 20% de los principales terremotos mundiales.
Para saber más sobre estos fenómenos, los científicos quieren perforar hasta 3.600 metros bajo el fondo oceánico durante esta misión. Durante otra misión en el mismo lugar el año que viene, se espera llegar hasta los 5.200 metros, donde hay fricción entre las placas.
"Por primera vez se perforaría directamente hasta una zona sísmica, ahí donde se puede generar una energía considerable y provocar movimientos de la corteza terrestre a lo largo de las fallas, causando tsunamis", explicó Tamano Omata, un investigador de la agencia japonesa de ciencias y tecnologías marinas y terrestres.
Los investigadores planean instalar captores en la corteza y conectarlos con un sistema de análisis situado en la tierra firme.
"Queremos estudiar cómo se mueve la corteza terrestre en los instantes anteriores a los terremotos", con el fin de prever mejor los sismos en el futuro, añadió Omata.