Cuatro jóvenes mendocinos serán la "semilla de cambio"

Son alumnos de 4 escuelas de Godoy Cruz que viajarán en julio a Palermo Italia a un encuentro internacional de jóvenes.

Cuatro jóvenes mendocinos serán la "semilla de cambio"
Cuatro jóvenes mendocinos serán la "semilla de cambio"

Luciano de la Fuente está a punto de cumplir 18 años y es alumno de la escuela Victoria Ocampo del Barrio Brasil; Ariel Cornejo, de la misma edad, va a la Atilio Anastasi de La Estanzuela; con 17 Gabriel Aguirre cursa en la Pérez Elizalde del barrio Soeva y Lucía Ruiz de 16 asiste a la Américo Cali, del barrio Ruiseñor.

Ellos no se conocían hasta marzo pasado cuando comenzaron a participar del proyecto internacional "Seed of Change", (Semilla de cambio, en español), mediante el cual tomaron varios talleres sobre derechos, oportunidades laborales, exclusión social, entre otros temas, junto a 16 chicos más de entre 15 y 19 años de esas instituciones educativas de Godoy Cruz.

Por su activo rol y su interés los cuatro fueron elegidos para viajar la primera semana de julio a Palermo (en Sicilia, Italia) y exponer su experiencia en una reunión con jóvenes de otros 7 países (Colombia, Nepal, Kenia, España, Gracia, Lituania e Italia).

El proyecto está siendo ejecutado en el país por la Organización Argentina de Jóvenes para las Naciones Unidas (Oajnu) y por el Concejo de la Juventud de Godoy Cruz, enmarcado dentro del programa Youth in Action de la Comisión Europea y coordinado de forma internacional por Ceipes, una ONG italiana.

Jóvenes inquietos

Luciano está en tercero de la secundaria ya que perdió varios años cuando asistía al colegio Nacional, pero ahora se la pasa estudiando y se autodefine como un "tragalibros".

"Estaba por bajar los brazos aunque en realidad la escuela me encanta, por suerte me cambié y me puse las pilas", relató en la Biblioteca Manuel Belgrano, donde se pactó el encuentro con cuatro viajeros.

Ahora combina el colegio con su trabajo en la construcción y sueña con convertirse en médico pediatra. "Sé que hay que estudiar mucho pero es mi meta", reconoció.

Para él haber participado de este proyecto fue muy enriquecedor "Aprendimos muchas cosas, tanto sobre los derechos de las personas, respetar la opinión de los demás, hasta herramientas prácticas como la forma de enfrentarse a una entrevista de trabajo", contó con soltura.

Ariel cursa quinto año y le gustaría seguir una carrera relacionada con la informática y la tecnología. Lo que más le llamó la atención de los talleres fue tomar conciencia de ciertas situaciones cotidianas que afectan a los jóvenes: "En mi escuela se ve mucho el bullying y ahora que he aprendido más sobre los derechos, sé que puedo intervenir para que no ocurra", destacó. Para compartir con sus compañeros que no participaron el estudiante pegó afiches con los derechos que aprendió por todo su colegio.

Gabriel no sabía que desde su lugar podía ayudar a concientizar en diferentes aspectos: "Sí conocía muchos problemas porque soy evangélico y ayudo en la iglesia, pero pensé que los jóvenes no podíamos apoyar a la sociedad y ahora me di cuenta que sí podemos", remarcó el chico que está en el último año y piensa cursar una tecnicatura para meterse rápidamente en el mundo laboral.

"Ya trabajo en un taller de chapería, pero después de la tecnicatura quiero estudiar ciencias económicas o políticas", narró.

Lucía, quien vive con sus papás, abuelos, una hermana y su sobrinita, tiene pensado seguir dos carreras: veterinaria y maestra jardinera."Me gusta el proyecto porque además de ayudar a los demás, le podemos enseñar a los menores para que también comprendan y ayuden", expuso la única dama del grupo.

Buscando el cambio

Ninguno de ellos se ha subido a un avión, por lo que están muy emocionados con el viaje: "Nunca he salido de Mendoza en la vida y es una oportunidad muy buen porque además de conocer a gente de diferentes parte del mundo vamos a compartir experiencias", subrayó la chica.

Más allá del viaje en sí ellos están convencidos de que pueden modificar situaciones sociales complicadas de su entorno: "Si los jóvenes ayudamos a otros jóvenes podemos lograr un cambio, por ejemplo en las personas que se drogan, nosotros podemos hablar del tema y hacerlos tomar conciencia desde otro lado", se le ocurrió a Luciano.

"Somos la próxima generación, tenemos que aportar algo para mejorar, tenemos que enseñarle a la generación que viene y también a la anterior ya que tiene otras costumbres", enfatizó Gabriel.

160 jóvenes en simultáneo

A los 20 alumnos mendocinos (5 de cada colegio) que participaron durante marzo y abril de los talleres se le sumaron desde otros latitudes 20 chicos de cada país participante, lo que generó que 160 jóvenes realizaran el proyecto simultáneamente en distintas partes del mundo: "El objetivo de esta iniciativa global es reforzar el rol de los jóvenes con menos oportunidades en cuanto a su posición para hacer valer los derechos sociales que los involucran", explicó Alejandro Baca, miembro de Oajnu, encargado de coordinar todas las actividades."Además se busca un efecto multiplicador y que ellos pueden contagiar el cambio en sus pares", agregó.

Lo talleres de los que participaron fueron sobre derechos sociales, planificación de proyectos, juegos tradicionales, acceso al trabajo, arte y video, entre otros.

"Pintaron un mural en la ciclovía y Güemes expresando la importancia del derecho a la igualdad y en contra de la discriminación e hicieron un audiovisual con entrevista a distinto referentes preguntando sobre cómo ven a los más jóvenes", relató.

Tal como explicó Baca, luego de estos cursos se armó un sistema tripartito para elegir a los cuatro para viajar: "Votaron las autoridades de los colegios, la Oajnu como organizadores y los mismos chicos, teniendo en cuenta la participación y el interés genuino en el proyecto", detalló.

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