Un tribunal condenó a cuatro años de cárcel a un hombre que intentó contrabandear un cuerpo momificado y tres calaveras, elementos sobre los que pesa "una prohibición de carácter absoluto de importación".
La condena recayó sobre
Sebastián Juan Pablo
Suárez, acusado de haber intentado ingresar al país "una momia completa y tres calaveras".
Los jueces del fuero penal económico
Susana Castro de Pellet Lastra, Jorge Pisarenco
y
Enrique Schelegel
dieron "por acreditado el hecho y entendido que se trataba de un delito de contrabando calificado, porque la mercadería -que fue objeto de la maniobra-, se encuentra sometida a una prohibición de carácter absoluto de importación, debido que se trataba de material arqueológico, especialmente protegido por la ley".
Las piezas arqueológicas, "cuya comercialización, importación o exportación está prohibida en Argentina", explica el fallo, fue detectado en un control realizado por el Correo Argentino.
Los restos arqueológicos, según determinó la investigación, pertenecían "a las culturas Paracas, que vivieron durante los siglos VIII antes de Cristo y III, en la costa del sur del Perú"