Marcos Patronelli (Yamaha), quien se ganó el lugar de referente desde el primer Dakar que se corrió al salir segundo, revalidó el campeonato que había ganado en 2010 con un excelente triunfo en 2013.
El bonaerense de Las Flores, que llegó a este rally sin su hermano Alejandro, terminó el Dakar con un tiempo total de 49h42’42’’, a 1h50’35’’ de su inmediato perseguidor, el chileno Ignacio Casale (Yamaha), en lo que además fue el éxito por más margen del Dakar.
“Cumplí un sueño más, solamente quiero agradecer. Estamos bien... ¡un Dakar más!”, dijo Marcos eufórico, al cruzar la meta.
El menor del clan no podía ocultar su felicidad por el segundo título conseguido. Atendía a todos los medios que lo requerían, se sacaba fotos y firmaba autógrafos. Todo hasta que apareció Robby Gordon con el Hummer tirando trompos. Como un fan más, Patronelli salió al encuentro.
“Es un fenómeno, mirá lo que hace...”, dijo, mientras caminaba para saludarlo.
Una vez al lado de Gordon, Marcos lo felicitó y fue recíproco. “Algún día voy a correr en tu equipo”, le dijo a Gordon. “Hay algo que quiero hacer y estás en mi planes”, contestó el carismático piloto.
La idea de Gordon, quien ya estuvo reunido con Enrique Meyer, ministro de Turismo de la Nación, es hacer un “súper track” con los diez mejores pilotos de cada categoría en un estadio cerrado. “En la cancha de Racing”, bromeó Marcos. “O en la de Boca”, dijo Juan Martín Illescas, el mecánico de Marcos.