Cuarteto. Baile. A todo ritmo. Moviéndose al compás de un fútbol que rozó la perfección.
El CEC impuso todo su repertorio futbolístico. Su música la expreso en un juego sin fisuras y en la tremenda contundencia a la hora de pisar el área contraria. Por eso gritó fuerte y alzó la voz en terreno Celeste.
¿Gutiérrez? Fue una sombra y terminó sucumbiendo ante un rival que hizo todo bien, y no dejó ningún tipo de dudas. De principio a fin.
La orquesta comercial tuvo un líder que se llevó todos los premios: Lucas González.
Los de Gianformaggio hicieron un trabajo táctico impecable, mandando en cada centímetro de la cancha y siendo letal cuando profundizó los ataques.
No pasó mayores sobresaltos y maniató al Cele por completo, que deambuló sin ideas en su propia cancha y deberá replantearse rápidamente su rendimiento.
La visita creció desde el fondo con una firmeza admirable, y se trasladó a sus mejores hombres al momento de generar fútbol y convertir.
González encontró en Díaz, Frites y Altamirano a sus socios ideales para hacerse un festival en casa ajena.
Para el el conjunto comercial marca una pizca de ilusión de cara al futuro.
Y fue a todo cuarteto. Bailando y brillando...