La parálisis producto de la cuarenrtena obligatoria también afecta a muchas áreas del Estado que no pueden funcionar debido a que requieren, sí o sí, de presencia física o no están adaptadas al trabajo a distancia por medio de la tecnología. En general, se trata de áreas que gestionan papeles y trámites de distintos profesionales independientes, quienes han empezado a levantar la voz por esta situación.
Unos de los que lo hicieron más fuerte son los abogados, que sólo en la Primera Circunscripción (de las 4 existentes) son cerca de 5.000 profesionales con matrícula activa. Desde el Colegio profesional cuestionaron que no pueden litigar online, a pesar de que la Suprema Corte asegura que sí, y afirmaron que "la Justicia está paralizada en su mayoría".
Martín Buscemi, titular de la entidad, indicó a Los Andes que la actividad "se ha restringido totalmente, no podemos ni ir al estudio".
"Ahora empieza a notarse la precariedad del sistema en algunas cosas, como son las cuentas pupilares que son las que se abren para depósito de alimentos. Esas cuentas no permiten que se hagan ni transferencias para ingresar dinero ni que la persona pueda usar la tarjeta, la única manera de depositar es en forma presencial a través de un cajero", agregó.
Buscemi advirtió: "Hay abogados que me llaman y me dicen que en mayo no van a poder pagar el alquiler del estudio. No sé hasta qué punto esta paralización de la actividad se puede llegar a aguantar".
En el caso de los contadores, hay mayor facilitad para trámites y pagos. El problema lo tienen con su cartera de clientes, integrada por autónomos y empresas, en el grupo de los grandes perjudicados por el coronavirus. "En lo que son trámites, desde ATM han implementado muchos procesos online y no hay problemas", explicó Evelina García Duetta, presidenta del Consejo Profesional de Ciencias Económicas, que, entre contadores y licenciados en economía tiene 4 mil matrículas habilitadas.
En cambio, avisó que el hecho de que la Dirección de Personas Jurídicas no esté atendiendo al público complica, en muchos casos, a las empresas: "Hay actas, balances, rúbrica de libros, temas societarios que se hacen ahí".
Mercado inmobiliario
El Presidente del Colegio de Corredores Inmobiliarios, Estanislao Puelles Millán, brindó un diagnóstico muy crítico del sector: "Está casi todo paralizado".
El principal ingreso de las inmobiliarias viene de la venta de propiedades, una de las actividades no esenciales en tiempos de pandemia. Eso paralizó operaciones que ya se habían iniciado.
La propuesta del Colegio -con 1.500 corredores matriculados- al Gobierno es una flexibilización de la cuarentena "al menos para solucionar problemas de urgencia con boletos de compra venta firmados y que no se pudieron terminar, contratos de alquiler para gente que necesita mudarse, rescisión de los mismos".
La actividad notarial tampoco es ajena a este escenario, en donde los honorarios más altos de los escribanos vienen dados por escrituras y certificaciones que no están pudiendo realizar por las medidas sanitarias.
"Sólo podemos realizar actos urgentes y excepcionales declarados por el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), como es autorizar a una persona para que maneje un vehículo y trabaje en una empresa de alimentos, o cesión de cheques para pagar sueldos", comentó Gabriela Sánchez, secretaria del Colegio Notarial, cuya sede no está abierta al público para trámites, sólo para profesionales que deban legalizar actuación o comprar insumos propios de la actividad.
Por su parte, los agrimensores se encuentran, además de la merma en el trabajo, con la imposibilidad de terminar trámites ante Catastro.
"El trámite se inicia por un sistema virtual con una carga de documentación. Luego en Catastro lo revisan, ahora en su casa, y en esa instancia normalmente llevamos el plano final firmado para que ellos coloquen el número de plano y ahí lo entreguemos a nuestros comitentes. Esta última parte no se hace por el aislamiento, hemos planteado que se haga en forma virtual pero está la limitante informática que permitiría cerrar el trámite", explicó Tirso Andía, presidente del Colegio de Agrimensores.
De esta manera "podríamos completar el trabajo y suplir un poquito esta crisis económica porque se podrían cobrar", completó el titular del organismo que tiene aproximadamente 500 matriculados, donde el 40% se encuentra en grupo de riesgo por la edad.
Los arquitectos, cerca de 4.000 matriculados, no se encuentran ante este inconveniente porque sus gestiones se hacen ante municipalidades y hay flexibilidad. Sin embargo, Hugo Ponce, titular del Colegio de Arquitectos, cuestionó que no esté habilitada la actividad de la construcción privada.
"La obra privada está parada y tiene las mismas características que la pública, con una gran preocupación por parte de profesionales, porque el Gobierno no nos dice nada. Hemos presentado un protocolo en conjunto con la Federación Argentina de Entidades de Arquitectos y no hemos tenido ni respuesta alguna. No sólo del Gobernador ni del ministro de Infraestructura (Mario Isgró), que es arquitecto".
“Se está rompiendo la cadena de pagos”
Además de la paralización de las actividades, muchos profesionales están teniendo dificultades para cobrar sus honorarios por trabajos ya realizados. Esto producto de que, en el caso concreto de los contadores, las empresas y autónomos, que ya tienen restringidos sus ingresos, los destinan a cubrir sueldos o costos fijos esenciales. Y también a que los bancos han estado cerrados el último mes y, cuando reabrieron, concentraron sus tareas en el pago de jubilaciones, pensiones y asignaciones sociales.
"Lo que es tercerizado como contratos con contadores es lo que están dejando de pagar, se está rompiendo la cadena de pagos. Pero como la relación entre cliente y contador es mensual, muchas veces los trabajos se siguen haciendo aunque no te paguen para no perder al cliente, porque es peor que se vaya y no poder cobrar ese trabajo", especificó Evelina García Duetta, del Consejo de Ciencias Económicas.