“Nadie llega al mundo sabiendo ser padre o madre”, es una frase bastante común a la hora de hablar de los hijos.
Pero que en una pareja con un vínculo fuerte y proyectos en común, que uno de los dos integrantes quiera o sienta la necesidad de ser madre o padre, y el otro no, sin dudas desencadena un estado de alerta. Claro está, el final dependerá de cada par.
Los determinismos en temas tan particulares por su naturaleza resultan estériles y hasta poco inteligentes. Lo importante es el análisis, la palabra profesional y hablar sobre la situación.
Por ello, la psicóloga vincular y especialista en pareja y familia, Paula Corso, acerca su mirada sobre el tema.
¿Querer o no querer? esa es la cuestión
Ya sea porque uno de los integrantes de la pareja tiene hijos de la relación anterior, o porque no desea traer al mundo en el que vivimos un bebé, o porque tiene diversidad de miedos que le atormentan, o simplemente porque no lo desea...los argumentos son variados y tan respetables unos como otros.
El problema se da cuando la otra parte, sí desea ser padre o madre, entonces inevitablemente es un tema que se debe analizar mucho en pareja.
"El deseo de tener un hijo y una familia suele estar latente siempre, es decir, la idea más que nada, en alguna etapa de la vida del ser humano, ya sea que se decida llevar a cabo o no este proyecto", cuenta la profesional.
- ¿Qué pasa cuando en una pareja se piensa diferente?
- El tema es que en una pareja, puede darse que uno de sus integrantes represente el deseo de tener el hijo, mientras que otro, no. Entonces lo que comienza allí es una trabajo de a dos en donde se tiene que acordar sobre este tema, es decir hablar entre ambos miembros, ya que es un conflicto compartido, no de una sola persona.
- ¿Qué aspectos influyen en que ese deseo sea satisfecho?
El tema del deseo, la satisfacción del mismo (o no) puede llegar a satisfacerse de acuerdo a muchas variables: la pareja, lo material, los tiempos de cada integrante, el contexto y muchas razones más como sujetos existen...
Por otro lado hay que discernir que no es lo mismo el deseo de tener un hijo, que la programación del mismo, en donde estas múltiples variables se tienen en cuenta para ver si se puede traer un nuevo ser al mundo. Lo importante en este caso es que que confluyan ambas.
- Analizar lo contextual, además del deseo...
- Hay que ver cómo confluyen esas dos cosas. El deseo y las posibilidades reales de esa pareja para que pueda traer ese hijo, o ver qué otros proyectos de vida puede tener si algunos de los dos no quiere ser padre o madre.
- ¿Cuándo es necesaria la ayuda profesional?
-Si una parte sí quiere tener un bebé, pero la otra no, y eso es motivo de sufrimiento, pero ambos sienten que la pareja no desaparece por no tenerlo, sí es importante que busquen un espacio profesional para buscar una guía y analizar qué les está pasando, ya que (en general) el deseo se supone que es compartido.
Entonces hay que trabajar ese aspecto viendo que no sea una fuente de sufrimiento para la pareja, en donde se tenga en claro que cada uno tiene su derecho a la sentir lo que le pasa, pero tratando de no minar por ello el vínculo.
- Con el advenimiento y la independencia de la mujer en todo aspecto, este tipo de planteo en donde una parte sí siente el deseo y la otra no, ¿se ha dado más fuerte por este motivo?
- La identificación mujer = madre ya no es como antes, en donde la imposición cultural vigente tenía como parte de la identidad femenina, el hecho de vincularla sólo al hecho de ser madre. Hoy es claro que no se es mujer por ser mamá.
Sin embargo, y siempre hablando en términos generales, el deseo de las parejas de tener hijos continúa, siendo minoritarias las personas que deciden no transformarse en papá o mamá.
- ¿ Se suele cambiar el punto de vista y que el sujeto mismo se vea deseando lo que no quería?
- Se puede desear no tener hijos por ejemplo, porque la persona ya tuvo en una relación anterior, pero quizá se conoce a alguien que despierta las ganas de volver a pasar por esta etapa.
Tiene que ver con que en todo ser humano existen aspectos que no se vinculan con lo consciente y racional, sino más a nivel inconsciente, y simplemente termina dándose algo de manera natural.