Por Mariana Di Leo
En la constante interacción con el mundo del trabajo, las personas podemos pensarnos en nuestra carrera profesional, tomando perspectiva para renovar el sentido y compromiso de lo que hacemos.
Las personas somos los principales hacedores de nuestras carreras, incluso las vamos moldeando de acuerdo a nuestras preferencias y aptitudes, ajustes y decisiones que tomamos en busca de amalgamar las necesidades de una Organización con las personales. En todo proceso de aprendizaje, exploración y decisión profesional debemos hacernos responsables, asumir el compromiso y tomar el timón para navegar sin que la corriente decida el rumbo.
Alicia (43 años) se formó como profesora de educación física y licenciada en Comunicación, sin embargo, desarrolla su carrera profesional a cargo de la Jefatura del DESEPREC, "Detección, Seguimiento y Estimulación precoz del Niño en riesgo", de la Dirección Provincial de Discapacidad. Según comenta, "en mi especialización tuve que incorporar conocimientos de tipo filosófico, ideológico, epistemológico para comprender las complejidades del entorno familiar que acompañan a la vida del niño, temas vinculados con violencia de género, terapia ocupacional, integración sensorial, neurología o psicomotricidad.
Fui desarrollando un perfil fuertemente docente y de comunicadora para promover la problemática de la discapacidad, esto puso en jaque varias de mis creencias en las que idealizaba a las estructuras ligadas a las esferas estatales y a las más íntimas, como las familiares”.
Ariel (44 años), es Ingeniero en Electrónica y Electricidad, "a lo largo de mi carrera profesional he ido atravesando distintos roles, desde los más técnicos hasta los de gestión. Considero crucial para integrarnos a una Organización el desarrollo de la empatía. Mirando los grandes avances tecnológicos, si una empresa es rígida en cuanto al desarrollo profesional de su gente no podrá retener a sus talentos que necesitan espacio y tiempo para desarrollarse, lo cual se logra con propuestas flexibles y dinámicas, no todo es un mayor salario".
“Lo más importante en este tipo de relación es la confianza y saber establecer los límites profesionales y los personales. Lo peor que puede pasar es que uno se engañe a sí mismo. Hay que aprender a respetarse”, comenta Ariel.
Ser creativos en las respuestas a los dilemas de la carrera
Para cuestionar cada situación hemos de buscar respuestas diferentes y novedosas que nos permitan sortear obstáculos y dilemas. Según Alicia "las dificultades principalmente vienen de poder cortar con nuestros patrones de conocimiento, lo cual significa adentrarse en la incertidumbre de la aplicación de lo nuevo, ser pacientes para ver sus efectos y no esperar resultados. Hemos sido moldeados en la causa-efecto y todo el tiempo se presentan elementos sorpresivos y desconcertantes que hacen a la ruta mucho más atractiva".
¿Cómo reforzar nuestra autoestima profesional?
En el libro "La Carrera Profesional", Andrés Hatum y Rodolfo Rivarola nos orientan a comprender que nuestras preferencias están relacionadas con una disposición natural o estilo de pensamiento, también llamado "talento natural". Nos damos cuenta de él permitiéndonos analizar lo que pensamos y sentimos mientras actuamos.
Cuando las competencias coinciden con las preferencias, la autoestima profesional fluye y el trabajo se disfruta y se hace más placentero al tiempo que consolida nuestra identidad profesional. Cuando se realiza una actividad profesional a espaldas de las preferencias, no se experimenta el estado de gratificación intrínseca, indispensable para poder esforzarse en momentos de abatimiento. La coherencia entre competencias, preferencias y creencias es la base de la autoestima y efectividad profesional.
Según Alicia, “es clave para la autoestima la formación continua y el trabajo en equipo, también lo es la evaluación periódica, al trabajar en prevención, incorporar herramientas para evaluar es fundamental ya que estas estructuras tienden a la burocracia y esto debilita el sentido y la calidad del servicio que se presta”.
“La eficacia también tiene que ver con una vocación y búsqueda permanente por mejorar y adaptar los conocimientos a las necesidades en continuo cambio que van asumiendo las nuevas formas de la sociedad”.
Reforzar el compromiso con nuestro trabajo
Así como las empresas tienen claros sus idearios, su misión y visión, las personas debemos elaborar el sentido de nuestra carrera profesional, tomar conciencia de lo que valoramos y de aquello que queremos cambiarlo cual incrementará nuestra autoestima y compromiso con el trabajo.
"El sentido está en el aspecto vocacional de lo que hago y en lograr el desarrollo deseado. Me da satisfacción dedicarme a lo que me gusta. Valoro relacionarme con colegas y profesionales de otras áreas lo cual amplía mi espectro. Uno de los mayores desafíos es compatibilizar la vida profesional con la familiar y personal", comparte Ariel.
En el testimonio de Alicia, "todo lo que hacemos en equipo encuentra sentido en la protección del niño, desde el inicio de su vida hasta su integración con los adultos. Valoro que mi carrera me desafía a actualizarme de forma permanente y con una visión integradora.
Trabajar para las personas con discapacidad es un privilegio, porque este colectivo ha traccionado las transformaciones sociales más relevantes de los últimos años, que tienen que ver con la inclusión y la diversidad”.
Fuente consultada: La Carrera Profesional de Andrés Hatum y Rodolfo Q. Rivarola. Ed. Granica
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