Cuando los hinchas de fútbol opinan por youtube sobre su equipo

Los canales son el lugar en donde los simpatizantes dicen sus opiniones libremente sobre los partidos el desempeño de los jugadores.

Cuando los hinchas de fútbol opinan por youtube sobre su equipo
Cuando los hinchas de fútbol opinan por youtube sobre su equipo

Chris Davies dijo que salió del Emirates Stadium sintiéndose como si estuviera "lleno de fuego". A medida que la mayoría de los otros fanáticos del Arsenal se alejaban con pesar y de manera dolorosa del empate a dos goles del 23 de noviembre con el Southampton (que está entre los equipos con menos puntos) para buscar refugio en los bares de Holloway Road o en el metro, él caminó con largas zancadas hacia la estatua de Dennis Bergkamp, ubicada en el perímetro de la sede del club en el norte de Londres.

Muchos otros hinchas tuvieron el mismo pensamiento. Cuando Davies llegó ante la estatua, una multitud de varios cientos de personas se había reunido. Para muchos de ellos, esto se ha convertido en parte del ritual de ir al Emirates, forma parte de la experiencia del día del partido: un par de bebidas, un bocadillo, ver jugar al Arsenal y después esperar en la estatua de Bergkamp para ver cómo los creadores del canal de YouTube antes conocido como Arsenal Fan TV graban sus entrevistas posteriores al juego.

Algunos llegan por el espectáculo, lo circense de todo el acto. Otros lo consideran como una suerte de mitin improvisado: escuchan a los participantes, debaten sus puntos, apoyan las afirmaciones que les agradan y abuchean aquellas que no les gustan. Comienzan cánticos y gritan frases ingeniosas. Al final, tal vez se tomen una selfi con uno de los frecuentes participantes del canal.

No obstante, el 23 de noviembre, Davies (como muchos otros) había llegado para hablar. En ocasiones previas solo había observado, pero esta sería su primera vez como participante. Sintió que no tenía otra opción. "Esta es la única salida que tienen los seguidores", dijo. "¿En dónde más seremos escuchados?".

Así que tomó su lugar en la multitud. Esperó de manera paciente a que el anfitrión del canal, Robbie Lyle, llegara y a que el equipo fuera instalado. Escuchó con atención a los participantes habituales mientras daban a conocer su opinión. Y después le tocó su turno, la luz de la cámara sobre su rostro: su oportunidad de expresar su punto de vista a los 1,1 millones de suscriptores del canal.

Y Davies se quejó de su amado club.

La historia de Arsenal Fan TV -ahora rebautizada como AFTV, supuestamente debido a una cortés petición del club de no violar su marca registrada- inicia, para ser exactos, en 2012. Fue en ese momento que Lyle, quien entonces trabajaba como inspector, fue por primera vez con un camarógrafo a un partido en el Emirates y empezó a preguntarles a los fanáticos por sus opiniones acerca de lo que acababan de presenciar. Él ya ha dicho que, en el mejor de los casos, estaba escéptico sobre cuál sería la respuesta inicial a los fragmentos de video que publicó en línea.

Eso cambió de manera permanente con Chris Hudson. En 2013, Lyle habló con Hudson después de que el Arsenal perdió en casa contra el Aston Villa. La diatriba llena de insultos de Hudson -en la que apuntó su dedo a la cámara, despotricó en contra de los "actores de los medios" y exigió la renuncia de todas las personas en las que pudo pensar- se volvió viral. AFTV también estaba en boca de todos.

En la actualidad, el canal es un gigante del género. Rebasó el millón de suscriptores en YouTube en mayo. Tiene su propia línea de mercancia. Se ha expandido a programas de estudio y pódcasts y ha inspirado imitadores y equivalentes en casi cada club de Inglaterra. Lyle dice que ahora es su empleo de tiempo completo. El año pasado, comenzó a conducir un programa en una de las cadenas nacionales de televisión del Reino Unido. Muchos de sus invitados frecuentes aparecieron con él.

Algunos se han convertido en estrellas por su propio mérito. Muchos de ellos son vistos por la multitud y, lo más importante, son escuchados. Una galaxia de celulares se levantan hacia el cielo cuando cualquiera de ellos es entrevistado. Les llueven las solicitudes para que se tomen una selfi o tan solo para darles la mano. Cuando intentan irse, son rodeados por los hinchas que buscan una audiencia privada -la mayoría para desahogarse sobre el Arsenal y sus fallas, pero a veces sobre temas más personales-.

"Es extraño que la gente se nos acerque para tomarse fotografías", dijo Troopz, uno de los personajes más conocidos (se negó a revelar su nombre verdadero). "Solo soy un fanático, como ellos. Solo doy mi opinión en un canal de YouTube. Eso nos ha elevado y puesto en lugares que no imaginarías".

Uno de esos lugares es en la órbita de algunos de los futbolistas del Arsenal. Troopz afirma que Pierre-Emerick Aubameyang y Alexandre Lacazette, dos de los jugadores más destacados del club, son sus confidentes. Hace unas semanas, se dio a conocer que el Arsenal pidió a Aubameyang que dejara de invitar a Troopz a ver los partidos desde el palco privado del delantero. "Hablo con quien quiero, cuando quiero", escribió Aubameyang en Instagram como respuesta y concluyó la publicación con un emoji de una mano con el dedo medio levantado.

La inquietud del Arsenal indica la tensión implícita entre el club y el canal. Como todo el contenido generado por los hinchas, AFTV ha tomado algunas de las características no solo del club al que sigue, sino de la era en la que nació. Se volvió popular durante un momento de división, mientras los hinchas debatían sobre el futuro del exentrenador Arsène Wenger, en una época de aviones contratados para volar sobre los estadios, en la que se desenrollaban los letreros e incluso se registraban peleas.

La mayoría de sus grandes éxitos reflejan la formación de ese descontento. Sus videos más populares en YouTube, algunos vistos hasta tres millones de veces, siguen la huella de Hudson; tienen títulos como "Troopz despotrica de manera furiosa" y "Wenger debe renunciar".

Eso ha engendrado un sentimiento entre algunos de que, debido a que el medio recompensa la indignación, la cacería por las reproducciones en YouTube incentiva a los invitados a ser más extremos en sus puntos de vista. Troopz negó eso -“Es real, soy yo”, dijo-, pero otros están menos convencidos.

"No refleja a los verdaderos fanáticos", dijo Glodi Kweme, que observaba cómo se grababa AFTV después de asistir a su primer partido del Arsenal. "Las personas lo usan para decir algo estrafalario para que puedan volverse conocidos". Otro hincha, Jordan Louis, lo definió como "cacería de influencia".

Lo más preocupante es que dentro del club existe la creencia de que lo que es bueno para el Arsenal y lo que es bueno para AFTV son dos cosas muy diferentes. "Es muy malo que alguien que dice ser un fanático derive su éxito de un fracaso", dijo el defensa Héctor Bellerín en un evento en Oxford Union el año pasado. "¿Cómo es que alguien así puede ser un verdadero hincha?".

Aproximadamente treinta minutos después del partido del 23 de noviembre, apenas había espacio para moverse entre la estatua de Bergkamp y una tienda de mercancía del club cercana cuando comenzaron los gritos de emoción y apareció Lyle. Ha sido un mal día para el Arsenal, un tardío gol de Lacazette para empatar y rescatar un solitario punto en casa. Eso debería significar un buen día para el contenido.

Lyle es un buen entrevistador: es paciente, en raras ocasiones interrumpe y permite a sus sujetos extenderse. Publicará veinte videos grabados durante esta temporada, ninguno dura más de cinco minutos, pero no apura a nadie. Están ahí para hablar. Da la impresión de que está feliz de escuchar.

La mayoría de ellos cubren los mismos temas -hay una oleada de opiniones acerca de que el actual entrenador, Unai Emery, debe ser despedido, y de que la falta de acción muestra una mala imagen del consejo de administración del club-, pero hay un par de personas que buscan atraer la atención: un hombre que lanza de manera ostentosa su pase de la temporada; un asistente frecuente revela que dejó a su hijo en casa en su cumpleaños número nueve porque sabía que el Arsenal arruinaría su día.

La multitud ruge en aprobación. Hay cantos esporádicos de "Es momento de que se vaya". La escena se convierte en una especie de pantomima, una suerte de foro público y hasta un diván de psiquiatra. "La mayoría de ellos son bastante justos", dijo Faizaan Firozdin, que observaba desde atrás. "Lo que ellos dicen es lo que la mayoría de los seguidores están pensando".

Lyle trabaja durante un par de horas y entrevista a todas las personas que deseen hablar. Al final, la multitud ha menguado un poco. La mayoría de los que llegaron para presenciar el circo se han ido, con su curiosidad satisfecha. Los que se quedan son los devotos y los desesperados. Cada entrevista es más como una conversación, pero no con Lyle, sino con aquellos que observan.

Todos los videos son publicados en línea esa noche. El más popular -con otro de los frecuentes, llamado DT, que pide que Emery sea despedido de inmediato- generará más de ochocientas mil vistas en unos cuantos días. Firozdin estaba al fondo de la multitud cuando eso fue grabado, pero el barullo era excesivo y estaba demasiado lejos para escuchar lo que dijeron. "Está bien", dice. "Lo veré cuando llegue a casa".

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