“Panza arriba” en un sillón, control remoto en mano y abstraídos de la realidad frente el televisor: así es como pasan varias horas a la semana muchos niños. Además del cuestionamiento a esta exposición exagerada, ahora un estudio realizado a nivel nacional pone en el tapete otro aspecto de esta práctica que los deja particularmente vulnerables: la enorme cantidad de publicidad de alimentos no saludables que los bombardea desde la pantalla.
Un abrumador 85% de los productos comestibles publicitados en las tandas de programas televisivos infantiles tienen un bajo valor nutritivo. Es una de las principales conclusiones de una investigación reciente de la Fundación Interamericana del Corazón Argentina (FIC).
El dato es una verdadera alarma para los papás que dejan a sus niños al cuidado de la “caja boba” sin mediación alguna. Es que los pequeños no tienen herramientas para procesar o defenderse del ataque a su cerebro que reciben con pasividad.
Según el informe, aunque la categoría más publicitada son los juguetes (20%), los alimentos les pisan los talones (17%).
“Se trata de productos procesados con grandes cantidades de azúcares, grasas, sodio y con un alto valor calórico, como postrecitos, bebidas azucaradas, productos de cadenas de comidas rápidas y snacks salados. Por el contrario, las publicidades de alimentos naturales como vegetales, frutas, pescados, legumbres y cereales, todos alimentos que son la base de una alimentación equilibrada, tienen escasa presencia en las tandas”, explica la FIC.
En el podio de los más publicitados se ubican primeros los postres (23.3%), en el segundo lugar los lácteos (16.2%), luego las bebidas azucaradas (13.2%) y las cadenas de comida rápida (12.5%), seguidos de los snacks salados (7,9%).
En Mendoza, se sabe que alrededor de 30% de los niños presenta sobrepeso, pero no se trata de un tema del que deban preocuparse sólo quienes tienen a cargo un niño con esta problemática, sino que la dieta deficitaria que tienen actualmente los pequeños puede dejar mal alimentados incluso a los que se ven delgados.
La nutricionista Lourdes Sánchez dice que los publicitados en TV son el tipo de alimentos que se relacionan con el aumento de peso y que suelen tener mucha presencia en las meriendas escolares. Por eso, destaca que es muy importante poder abordar el tema con los padres y la escuela, ya que fundamentalmente los primeros tienen que educar a sus hijos en la elección de sus comidas y la escuela tiene la posibilidad de proponer alternativas.
Muchos productos aparecen disfrazados de saludables, en particular los jugos, ciertas leches o postres. Algunos parecen un lácteo pero no aportan calcio, otros destacan el contenido de jugos de frutas cuando la proporción de éstos es mínima. Estas situaciones hacen que frente a la góndola sea más difícil discernir, además del hecho de que ciertas marcas ya lograron instalarse como saludables y por eso se compran con confianza.
Hay ciertas conductas sobre las que debería ponerse el ojo. Una de ellas es el hábito de darles dinero a los niños para que compren la merienda en el colegio. Por otra parte, Sánchez dice que este tipo de comidas no deben ser una constante sino que pueden comerse una vez por semana, pero que hay que estar atentos a las cantidades: por ejemplo, no se les puede dar el paquete completo de snacks o galletas.
Artilugios del marketing
Una de las particularidades de este tipo de publicidades dirigidas a los niños es que apelan en mayor medida a personajes conocidos por ellos, junto a promociones y regalos que resultan por demás tentadores.
Luego del análisis que realizó la FIC se pudo saber que 1 de cada 4 publicidades de alimentos emitidas durante las tandas de los programas infantiles utilizan personajes animados y famosos y 1 de cada 3 recurren a las promo (como entrega de regalos, premios, sorteos y beneficios tipo “comprá uno y llevate 1 gratis"”. Tales estrategias son significativamente menores en aquellas dirigidas a la audiencia general.
Otra que abunda es destacar el sabor o textura atractiva del producto, a lo cual apela la mitad de ellas. Por eso, Fernanda Rivarola, publicista y docente de Publicidad de la Universidad Maza, consideró que “así como los padres educan en otros aspectos, tienen que hacerse cargo también de esto. Los papás hoy tienen que hacer una mediación ante cualquier producto de los medios”.
Esto es, deben explicarles que eso que aparece tan llamativo son recursos para despertar en el niño el deseo, pero que ese alimento no es bueno y sólo puede comerse de vez en cuando.
Ya hace tiempo que el mundo publicitario identificó en los niños un target al que hay que llegar para potenciar las ventas, en tanto tienen un enorme peso cuando de decidir las compras se trata.
“Estos mensajes afectan las preferencias y el tipo de consumo”, señaló Lorena Allemandi, directora del área de Políticas de Alimentación Saludable de la FIC. Los padres -por diversas causas- terminan cediendo, ya sea para paliar la culpa por el tiempo de ausencia durante las horas laborales o porque atraviesan una separación.
“No actúan como adultos analizando y poniendo límites sino que se dejan de llevar por el impulso en el momento de la compra, esto hace que no se priorice el interés del niño”, consideró.
Además, Allemandi mencionó que se ha identificado lo que llaman “efecto fastidio”, que ocurre cuando los padres terminan cediendo a los pedidos de los chicos.
Consumidores vulnerables
Los niños son un segmento particularmente vulnerable a los efectos persuasivos de la publicidad. Es uno de los aspectos sobre los que pone el foco Lorena Allemandi, de la FIC, quien destaca que son inocentes, crédulos y no tienen herramientas para lidiar con estos mensajes que utilizan estrategias especialmente diseñadas para ellos.
“El niño frente al aviso no tiene filtros y se deja llevar por la emotividad del mensaje, hace el vínculo directo: cuando ve el envase en la góndola lo relaciona con la publicidad; además lo quiere ya, no tiene la capacidad de postergar”, agregó la publicista Fernanda Rivarola.
Al hablar del control de la epidemia de obesidad infantil, el tema del impacto de la publicidad en esto es recurrente. Por eso, Allemandi explicó que desde hace tiempo trabajan en fomentar la creación de leyes que permitan regular las tandas publicitarias dirigidas a los niños, tal cual ya se ha implementado en países europeos y de la región con muy buenos resultados. Con este informe en mano, tienen otra herramienta para sustentar su pedido.
Niños de compras
Mamás consultadas por Los Andes dieron cuenta de cómo sus hijos piden lo que ven en TV y lo recuerdan por meses. Viviana contó que “cuando se trata de cualquier producto, te dicen que comprés el que trae algún personaje”.
En tanto, Andrea recordó que en una ocasión sus hijos le pidieron un postre porque querían el muñequito que venía adentro, “pero como no son cosas que ellos coman lo terminé tirando porque no se lo comieron”. Agregó que desde su punto de vista “sería bueno que limitaran ese tipo de publicidades; yo trato de seguir lo que están mirando pero no siempre puedo estar encima”.
La publicista Fernanda Rivarola explicó esto en que “antes el padre decidía y el chico consumía, pero hoy el chico se ha transformado en decisor y el padre no funciona como filtro”.