Cuando la naturaleza pinta el jardín

En la edición 162 de ClubHouse te acercamos una selección de especies que llenarán de colorido tus espacios exteriores en la época otoñal.

Cuando la naturaleza pinta el jardín
Cuando la naturaleza pinta el jardín

Por Claudio Doratto

Con el primer equinoccio del año comienza una de las estaciones más coloridas en Mendoza, que deja su impronta en las retinas de quienes nos visitan y en las propias. Colores de árboles y enredaderas pintan nuestra edición otoñal.

En esta época revive una de las postales infaltables de nuestra provincia, sus colores y aromas dejan en nosotros esa huella indeleble que, cuando hemos estado lejos, añoramos. En esta ocasión quiero compartir una breve selección de árboles y enredaderas para que te asegures de contar con algunas de ellas y pintar de colores tu jardín.

Árboles

FRESNO DORADO (Fraxinus excelsior L. cv. Aurea)

Es un árbol mediano de copa algo globosa que puede emplearse para producir sombra. Posee ramas de color amarillento con yemas oscuras. El mayor atractivo lo tiene en el otoño debido al color amarillo de sus hojas que le dan ese aspecto que determina su nombre, “dorado”. Es una planta de fácil cultivo, empleada con mucha frecuencia de forma ornamental como ejemplar aislado o conformando pequeños grupos.

LIQUIDÁMBAR (Liquidambas styraciflua)

Posee una copa de forma piramidal con hojas palmadas (forma de mano). En otoño sus hojas viran del verde a una extensa variedad de colores rojizos llegando casi al negro en algunos casos. Es inconfundible dentro de un grupo de árboles. Hay variedades de otoño amarillo por lo que si vamos a comprar un ejemplar buscando el rojo debemos asegurarnos de elegir en el vivero la planta apropiada.

ABEDUL (Betula sp.)

Existen varias especies de estos árboles de corteza blanca y hojas péndulas, todos tienen un otoño amarillo brillante. Son tolerantes a las bajas temperaturas y se adaptan bien a Mendoza. No hay que descuidar el riego porque no es resistente a la sequía y el lugar ideal para colocarlo sería a la orilla de cauces de riego o arroyos.

ROBLE AMERICANO O ROBLE ROJO (Quercus rubra)

Este árbol originario del norte de Estados Unidos y Canadá puede alcanzar los 25 metros de altura. Sus hojas tienen bordes agudos y perduran en la planta hasta iniciado el invierno. Como su nombre lo indica, no pasará desapercibido en tu jardín durante el otoño.

Existen varias especies de abedules de corteza blanca y hojas péndulas, todos tienen un otoño amarillo brillante.

Enredaderas

PARRA VIRGEN (Parthenocissus quinquefolia)

De rojo bermellón, esta planta pinta los muros en otoño. Es resistente y puede crecer sin problemas a pleno sol o con sombra. No necesita estructura de soporte para “trepar”. Podemos emplearla para cubrir muros o pérgolas en los que, su desnudez invernal, no afecte a la estética del lugar.

BIGNONIA ROSADA (Podranea ricasoliana)

Esta enredadera vigorosa y de crecimiento rápido es ideal para cubrir pérgolas y muros en los cuales necesitará de una estructura de soporte. Prefiere el sol y suelos con buen drenaje, pero se adapta a otras condiciones de cultivo. Florece abundantemente a finales de verano y otoño.

BIGNONIA DE INVIERNO (Pyrostegia venusta)

Esta es una enredadera trepadora originaria de Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia. Tiene follaje persistente, y alcanza en promedio los 5 metros de altura. Florece abundantemente desde mediados de otoño hasta finales de invierno. Sus flores con forma de tubo de color naranja hacen que reciba también como nombre “trompetero naranja”. Se puede cultivar a pleno sol o con sombra parcial sobre suelos fértiles.

PARRA HÍBRIDA O VIÑA ORNAMENTAL (Vitis coignetiae)

Es una variedad de planta de vid de uso ornamental, ideal para quienes les gusta disfrutar de su sombra, pero sin tener que pensar en sus frutos ya que no los da en la medida de su pariente conocido (Vitis vinifera). Podemos emplearla en el jardín para cubrir paredes o pérgolas como una vid tradicional. Sus hojas se tiñen de colores que van desde el amarillo al rojo carmesí durante el otoño. El crecimiento se controla mediante la poda al igual que con su pariente productora de uvas.

La Bignonia de invierno florece abundantemente desde mediados de otoño hasta finales de invierno. Por sus flores con forma de tubo de color naranja recibe el nombre de "trompetero naranja".

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