La comunicación "es el arte de hacernos entender", pero para que esto ocurra debemos respetar las reglas, normas y convenciones, pero ante todo debemos tener la vocación de transmitir lo más claro posible.
La comunicación es ante todo, una práctica social, es decir, un acto vinculado a la condición humana, por lo tanto no se puede prescindir de ella en ningún momento. Por ello resulta fundamental analizar nuestros modos de comunicarnos respetando las normas y convenciones asegurándonos que la audiencia sepa decodificar lo que estamos diciendo o escribiendo.
En este caso particular me voy a referir al uso de signos, que de usarlos mal nos pueden traer muchos dolores de cabeza, no solo traducibles en dinero, sino también en accidentes.
Recuerdo varios casos, pero estos son los más significativos. En una ruta en reparación la empresa colocó un cartel que decía Precaución a 200 Mts. (que probablemente habrá querido indicar 200 metros).
Como Mts no significa nada, un automovilista ignoró el mensaje y tuvo un accidente de cierta importancia. Su abogado litigó con la empresa ya que Mts no responde a ningún signo ni símbolo y, argumentando "engaño", ganó su juicio fácilmente por mucho dinero por el solo hecho de quien realizó el cartel ignoraba que el símbolo de metro es "m" (una eme minúscula y sin punto).
Otra situación similar ocurre cuando el cartel indicador dice máxima 60 Km/h y si alguien no lo respeta es multado. Este cartel no tiene interpretación ya que las unidades utilizadas son incorrectas y no aduce a que se refiere con máxima. Lo correcto es colocar velocidad máxima 60 km/h.
Otro caso (muy frecuente), es el mal uso de las unidades de peso (kilogramo, gramo), o de volumen (litro, mililitro), en alimentos, fármacos y agroquímicos.
Si en un envase encontramos la leyenda Peso neto 200 grs., nos están engañando ya que esa unidad no existe (el símbolo es una 'ge' minúscula y sin punto).
Si leemos una receta culinaria con errores en el uso de los símbolos, los resultados de su interpretación no serán muy graves, apenas podemos apenarnos por el mal gusto del alimento realizado, pero cuando esto ocurre vinculado a las áreas de la salud humana o veterinaria, las consecuencias pueden ser catastróficas.
Si observan con cuidado en las góndolas de los supermercados los productos de empresas internacionales, podrán ver que no cometen esos errores ya que en sus países de origen fueron sancionadas económicamente con serias multas por "fraude al consumidor".
Argentina adhirió al Sistema Métrico Decimal en 1863, y no tenemos excusa para ignorarlo ni los ingenieros, los médicos, los periodistas, los publicistas, los comerciantes o cualquier ciudadano. Hoy el mismo fue reemplazado por el Sistema Internacional de Unidades (abreviado SI), que se usa en todos los países del mundo, a excepción de tres (Birmania, Estados Unidos y Liberia).
El Sistema Métrico Legal Argentino, también llamado Simela, es el método de unidades de medida vigente en Argentina, de uso obligatorio y exclusivo en todos los actos públicos o privados.
Los signos (de porcentaje, de numeración cardinal, de temperatura, ángulo, tiempo, etc., deben seguir ciertas reglas. Todos ellos deben separarse del número, ya que no forman parte de él. El porcentaje (%), no se debe utilizar para terminar una oración, y en ese caso se debe escribir la palabra por ciento. El signo grado (º), para indicar temperatura o ángulos no debe llevar guion debajo, pero si cuando se indica la numeración ordinal.
Es incorrecto para designar la hora usar los signos minuto ('), o segundo ("), los que deben quedar restringidos a las representaciones de medidas angulares o astronómicas. Para la hora se deben utilizar símbolos (hora = h, o segundo = s).
Debe tenerse en cuenta que los símbolos no son abreviaturas, y por lo tanto no llevan punto (que sí lo llevan aquellas), ni tienen plural.
Solemos ver anuncios como Se venden 1.000 Has, cuando lo correcto sería Se venden 1.000 ha.
Deberíamos saber que no es correcto colocar en una etiqueta de vino la leyenda 750 cc (por centímetro cúbico), y si lo es 750 ml (por mililitros), ya que la unidad de volumen es el litro (que se puede escribir "l" o "L", usando la mayúscula cuando la ele se pueda confundir con el número 1).
En el cuadro que acompaña esta nota, se sintetizan los errores más comunes y su escritura convencionalmente correcta.