Cuando la Fiesta de la Vendimia se suspendió por luto

Miles de vivendas destruidas, seis personas muertas, más de 300 heridos y cortes de servicios fue el panorama luego del terremoto de 1985.

Cuando la Fiesta de la Vendimia se suspendió por luto
Cuando la Fiesta de la Vendimia se suspendió por luto

Entre viñedos y acequias rumorosas, cada marzo Mendoza abre paso a su ritual característico: la Vendimia. Odas a Dionisio se concretan con anticipación en numerosos espectáculos, constituyendo un atractivo submundo de tradiciones. Cierto es que, cosecha tras cosecha, la monotonía puede hacerse presente. De todas maneras cada Vendimia es distinta, claro que algunas lo fueron más que otras. Por ejemplo, buceando entre los canales del tiempo llegamos a 1985, año en el que no se realizó la fiesta central.

La Argentina de entonces florecía en Democracia, tras años de oscuridad dictatorial, con Alfonsín llegó una esperanza renovadora. Dentro de este estado de algarabía general, que comenzaba a flaquear por motivos económicos, Mendoza sobrellevó uno de los episodios más difíciles de su historia. Durante la madrugada del 26 de enero de 1985, apenas pasada la medianoche, un terremoto con  intensidad de 7 grados en la escala Mercalli Modificada y 6,3 en la Escala Richter despertó a la provincia. Cerca de doce mil viviendas fueron destruidas, en su mayoría de adobe, y perdieron la vida seis personas. Los heridos sumaron casi trescientos.

Una de las consecuencias menos recordadas del sismo fue comunicada por Los Andes días más tarde: "El gobernador de la provincia, Dr. Santiago F. Llaver anunció (...) la suspensión de la Fiesta Nacional de la Vendimia a raíz de las penosas circunstancias originadas por el terremoto". La situación era verdaderamente grave y todos los recursos debían ser destinados a las víctimas, además se palpaba una especie de luto general. En este sentido el Arzobispado de Mendoza señaló: "No se puede aceptar que se realice la fiesta de la Vendimia aunque económicamente se autofinancie, dentro del marco de dolor que afecta a la población".

Las réplicas seguían luego de días ocasionando nuevos derrumbes y todo se vio agravado por un gran temporal. En lugar de turistas a Mendoza llegaba ayuda de todo el país y de otras naciones. No era momento de celebraciones.  

San Rafael, bajo la intendencia de Walter Felipe Franchetti, fue el único departamento que en un principio no suspendió los festejos vendimiales: "La decisión obedece -señalaron- a lo avanzado de los preparativos y a los importantes gastos que se han comprometido".

Dos días más tarde de este comunicado, cuando Franchetti conoció la magnitud destructiva del terremoto en el Gran Mendoza, dio marcha atrás: "Viendo que la situación de nuestra provincia y de sus departamentos se va agravando día a día -señalaron desde la Municipalidad a Los Andes-, y los damnificados necesitan una imperiosa ayuda de todos los entes y municipalidades, es que se ha adoptado dicha decisión". De todas maneras, en una austera ceremonia, eligieron a su reina departamental.

Más allá de la congoja general, llevar a cabo la Vendimia era impracticable. Por ejemplo, la mayoría de los policías de la provincia estaban abocados a colaborar en la protección de los damnificados y sus bienes. Además "los potenciales beneficios económicos que podría haber ofrecido la realización de la fiesta para la industria turística -señaló en su columna Alberto San Martín- para, luego, ser volcados a los fondos de ayuda a los damnificados, también quedaría descartada ante la responsable estimación que indica que resulta extremadamente improbable que los habitantes del resto de país y del exterior puedan superar, en un mes, los lógicos y humanos temores causados por un terremoto y decidan visitar Mendoza" (Los Andes, 6 de febrero de 1985).

Desde 1958, los artistas eran remunerados por sus actuaciones vendimiales y en 1985 recibieron un proporcional por los ensayos a pesar de que no se realizó el acto central.

Con respecto a la elección de la Reina Nacional se resolvió que Nora Stocco, electa en 1984, siguiese en su mandato pero la mujer declinó el privilegio debido a sus planes matrimoniales. El cetro recayó entonces en manos de su virreina, la tupungatina Mónica Rosana Tous. De este modo Nélida Rotti, de General Alvear, coronada en 1955 fue la única Reina de la Vendimia que tuvo doble mandato, ya que al año siguiente la fiesta tampoco se realizó. ¿Los motivos? Bueno, forman parte de otra historia.

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