Los valores que se adquieren en la práctica del basquet son innumerables. Existe uno que es fundamental. Y es la amistad. Entre pases, cortinas, lanzamientos, minutos, festejos, lágrimas, saltos, se genera una relación de afecto, simpatía y confianza entre personas que no son familia. Sin embargo, con el correr de los años, el basquetbol te permite formar una gran familia.
Esto sucede con los torneos de la Asociación de Maxi Basquetbol Femenino de Mendoza, que en la actualidad cuenta con más de 500 jugadoras que se dividen en 6 categorías. Impresionante. Por esta razón, Mendoza siempre pisa fuerte en los campeonatos argentinos de Maxi.
Imperdonable no mencionar la competencia que existe en el Sur de la provincia. Tanto Alvear, como San Rafael y Malargüe tienen sus propias Asociaciones y también las mujeres pisan muy fuerte. Durante el mes de Julio, más de 850 jugadoras de todas el país se concentraron en San Luis para disputar el Argentino 2016.
En total, 13 provincias estuvieron representadas. La Borravino se consagró campeón en la categoría +30 a cargo del entrenador Enzo Castignani y en la división +55 dirigida por el Emiliano Quiroga, Mendoza logró el bicampeonato, ya que venía de cortar las redes en la provincia de Salta en el 2016.
En la categoría +40, Mendoza Alvear terminó en el tercer escalón y Mendoza terminó en la cuarta posición. Idéntica posición ocupó el equipo de +50. Sin dudas, una actuación memorable.
Las campeonas argentinas visitaron la redacción de Más Deportes y contaron sus sensaciones de disfrutar cada pase, cada dribbling, cada minuto junto a sus compañeras.
Una de las jugadoras históricas de la provincia, Patricia Clérigo, campeona +55, afirmó: “el basquetbol es una pasión. Casi 70 jugadores representamos a la provincia. Jugar al basquet es un amor incondicional por el deporte. Por nuestra compañera. Nuestra rival. Existe un respeto y un profesionalismo admirable. Por ello, estos torneos cada vez toman mayor convocatoria”.
Su compañera de vuelta olímpica, Beatriz Carrique, señaló: “fuimos un equipo sumamente comprometido. Que tuvimos como máximo valor el respeto hacia la camiseta y nuestras compañeras. Es un logro único”.
Lejos de sentirse entrenadores de la talla de Sergio Hernández o Rubén Magnano, Enzo Castignani (DT +30) y Emiliano Quiroga (DT +55), se mostraron felices y consideran este logro como lo mejor que les pasó en su carrera basquetbolística. Castignani, explicó: “Es admirable la organización, la pasión y el profesionalismo de todas las jugadoras. Por su parte, Emiliano Quiroga, dijo: “Es algo único. Jugar a los 55 años con esta pasión es un ejemplo para imitar por todos”.