Cuando el dolor se transforma en solidaridad

Estudiantes de la escuela Sarmiento entregaron juguetes a chicos internados en el Notti. La muerte de un ex alumno mientras se entrenaba, motivó la campaña.

Cuando el dolor se transforma en solidaridad

A principios de mes, la muerte de Juan Pelaytay (13) conmocionó a toda la provincia. El adolescente, que jugaba en las divisiones inferiores del club Andes Talleres, falleció el 2 de agosto mientras se entrenaba junto a sus compañeros en un camping de El Algarrobal.

El año pasado, Juan había egresado de la escuela Sarmiento -ubicada en calle Roca casi esquina con Olascoaga, de Ciudad-, y en la memoria de los chicos que allí estudian y los docentes aún perdura su recuerdo. Incluso, unas semanas antes del trágico desenlace, el chico había pasado a saludar a quienes estaban en el establecimiento.

Motivados en su persona, la comunidad educativa de “la Sarmiento” decidió cambiar ese dolor por solidaridad y durante las últimas dos semanas fueron los partícipes de una colecta de juguetes y ropa que entregaron ayer mismo al hospital Notti, para que los niños que allí se encuentran internados puedan tener un feliz Día del Niño. También, juntaron ropa y más juguetes para regalar en el centro de San José y en una escuela rural de Lavalle.

“Fue un golpe muy duro para nosotros lo que pasó con Juan y cuando nos enteramos nos sensibilizó. A partir de eso, empezamos a trabajar mucho en todo lo que es el tema de los valores, la generosidad, el cariño y la solidaridad. Por eso es que, junto a los chicos, se nos ocurrió hacer esta movida para que todos puedan celebrar el Día del Niño”, explicó Mónica Olguín de Bucca, maestra de Matemáticas y Ciencias Naturales del establecimiento y una de las impulsoras de la campaña.

“La idea se la robé a mi mamá, que le estaba diciendo a mi hermana lo importante que son estas actividades para ayudar a los demás.

Entonces hace dos semanas se lo comenté a la seño y empezamos a juntar juguetes, peluches y libros para regalar. Se siente muy bien ayudar a los demás”, contó Priscila (11), una de las alumnas de quinto que se transformó en la impulsora de la colecta.

“A Juan lo conocía un poco, porque era compañero de mi hermana”, destacó la niña.

En total se juntaron 7 bolsones de juguetes -nuevos o en buen estado- y fue Gustavo Bucca quien puso su camioneta para trasladarlos al hospital infantil. “Nos hubiera gustado poder dárselos en persona a los chicos, pero sabemos que no es posible porque están internados o aislados”, coincidieron los estudiantes.

La directora del establecimiento educativo, Lilian Altamirano, por su parte, destacó el perfil y espíritu solidario del establecimiento y contó que ya son un clásico estas acciones. “Cuando hay docentes solidarios que promueven estos valores, hay chicos que responden”, contó.

Yo por vos

Priscila está en quinto año y fue entre las cuatro paredes de su aula donde se gestó la acción, que no tardó demasiado en trascender esas fronteras. “Lo más lindo de todo es poder ayudar a muchos chicos que no pueden tener sus juguetes. Ojalá que esto se empiece a hacer todos los años”, contó la niña con unos bigotes de gato pintados en su rostro. Es que los alumnos de la escuela coronaron la colecta festejando ayer su día en clases con juegos (organizados por los chicos de séptimo), maquillaje artístico y otras actividades.

“Vamos a aprovechar la salida de este año y la nota del diario la vamos a poner en un cuadrito. Eso nos va a servir para fijar un piso el año que viene y ponernos como meta juntar más juguetes todavía el año que viene”, destacó Gustavo, dejando bien en claro que esto recién comienza.

“Me divierte mucho la acción, poder participar. Me sorprendió que hayan traído tantos juguetes nuevos”, contó con una sonrisa en su cara pintada Rocío (10), también de quinto grado. “Yo doné dos Ponys, un autito y un pingüino”, enumeró casi en el acto Juana (10). “¡Y yo muchos peluches!” se anotó Rocío, mientras posaban orgullosas junto a los bolsones.

“Nos gusta poder juntar y llevar juguetes a quienes no tienen. Ojalá que dentro de varios años podamos juntar más de 50.000 bolsas”, siguieron Macarena y Ariadna entusiasmadas y sin escatimar en el cálculo.

“Acá, los chicos son muy solidarios y es un valor en el que se ha trabajado siempre. Además de estas campañas, también hacemos colectas de tapitas de plástico para ayudar a los hospitales”, agregó la directora.

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