La psicóloga Nancy Caballero reconoció que, habitualmente, el bullying u hostigamiento suele tener como objeto a una persona que no responde, que se convierte en una víctima silenciosa. Pero que el caso de esta niña, que respondía sin que por eso cesaran las agresiones, sirve para demostrar hasta qué punto no hay que culpabilizar a quien sufre la violencia de sus compañeros.
Es que, detalló Caballero, cuando trabajan en talleres de bullying, la respuesta más habitual y generalizada de los chicos es que la víctima es acosada "porque no se hace respetar". Sin embargo, también es común que los padres les digan a sus hijos que deben defenderse. "Ella trataba de hacerse respetar y la siguieron hostigando", subrayó la especialista, sobre el caso de la ex alumna de la escuela Patricias Mendocinas.
La psicóloga indicó que por "violencia" debe entenderse cualquier acción que cause un daño y que en este sentido, si las bromas -aunque se hagan con la intención de hacer un chiste- molestan a quien las recibe, son violentas. Y subrayó que en toda descalificación de lo diferente subyace el concepto de que hay distintas calidades de seres humanos; idea que ha sostenido en más de una ocasión la represión de comunidades.
