El 90% de los 1.800 autos robados en 2019 en Mendoza son: VW Gol, Fiat Duna, Fiat Uno, y preferentemente de modelos 1990 a 2010. ¿Por qué? Porque son vehículos que ya no se fabrican y sus repuestos son los más requeridos en el siempre dudoso mercado del usado, según explicaron ayer desde la Unidad Fiscal de Sustracción de Automotores.
Los ladrones de autos -toda una especialidad en el submundo del delito- se apropian de estas máquinas cuando están estacionadas en la vía publica ya que no se necesitan las llaves para arrancarlas.
El restante 10% de los autos robados pertenecen al codiciado mercado de alta gama, preferentemente camionetas 4x4. Los delincuentes que se dedican a este segmento de vehículos operan a mano armada porque, para arrancarlos, necesitan sí o sí la llave. Por lo tanto deben esperar que el dueño del rodado esté por subir o bajar para apropiarse de ellos.
Estos vehículos terminan sirviendo como “mellizos” o son llevados a otras provincias para la venta o el desguace.
Por último, un 10% de autos que se denuncian como robados, no son más que "auto-robos": gente que contrata a alguien para hacer "desaparecer" al vehículo y así poder reclamarle al seguro su valor en pesos.
Los delincuentes roban automóviles motivados por tres causas:
1) Para usarlos para cometer otros delitos, como robos. Generalmente estos autos aparecen luego abandonados en la vía pública.
2) Para crear o transformarlos en un "mellizo". Son llevados a otra provincia para venderlos o realizar estafas.
3) Robos por encargo. Son autos que terminan en los desarmaderos.
Las cifras de 2019
Si bien en la provincia este año se robaron 1.800 autos, la sustracción de vehículos ha bajado un 55, 55% en relación a 2016, cuando empezó a funcionar la Unidad Fiscal de Sustracción de Automotores.
Según las cifras ofrecidas ayer por el Ministerio Público Fiscal, en 2016 se robaron 3.240 unidades -un promedio de nueve por día- y este año que termina la cifra bajó a 1.800 -cinco por día-.
Para el Procurador General Alejandro Gullé, la baja se debe al trabajo en conjunto que vienen realizando la Unidad Fiscal que "conducen" los fiscales Juan Manuel Bancalari y Mauro Perassi, conjuntamente con la Dirección de Sustracción de Automotores de la Policía de Mendoza.
"Se ha cortado o ha disminuido marcadamente el circuito de ventas de autopartes robadas. La idea es romper también el circuito de robo de autos por encargo", explicó Gullé.
Este año se recuperaron 363 vehículos que habían sido robados -casi un rodado por día- y se logró condenar a 149 personas por hurto, robo o encubrimiento (por tener en su poder un auto robado).
La política contra este tipo de delito organizado, es decir, el robo de vehículos y la venta ilegal de autopartes, contabilizó 300 allanamientos de desarmaderos, cuatro clausuras y la recuperación de 15.000 autopartes.
Compactaron 790 toneladas de autopartes
Las 15.000 autopartes secuestradas este año, provenientes de cuatro grandes desarmaderos clausurados en el Gran Mendoza, fueron trasformadas en chatarra compactada.
A través del Programa Nacional de Descontaminación, Compactación y Disposición final de Automóviles (Pronacom), el Ministerio Público Fiscal logró compactar 40.000 piezas robadas, decomisadas en los últimos años, que se transformaron en 790 toneladas de chatarra.
Según explicó el Procurador Alejandro Gullé, este material es vendido y el dinero recaudado es donado a hospitales y otras instituciones.