Falla de Barrancas, uno de los lugares que hacen de Mendoza una zona sísmica

Si bien la provincia está ubicada sobre más de diez fallas activas, la ubicada en Maipú junto a la Cal son las que más se ha estudiado.

Falla de Barrancas, uno de los lugares que hacen de Mendoza una zona sísmica
Falla de Barrancas, uno de los lugares que hacen de Mendoza una zona sísmica

El Gran Mendoza es una zona sísmica que se encuentra situada sobre una serie de más de 10 fallas geológicas activas que son capaces de generar movimientos sísmicos. Las que se encuentran más activas son la Falla de Cal y la Falla de Barrancas.

La provincia se encuentra a 250 km de la zona de convergencia entre la placa de Nazca, ubicada bajo el océano Pacífico, y la placa Sudamericana, sobre la que vivimos los mendocinos. Estas placas se pueden definir como grandes bloques de escala continental que conforman la parte más superficial de la Tierra y que se desplazan cada una con dirección contraria a las demás.

La placa de Nazca, sobre la que se encuentra Chile, se hunde bajo la Sudamericana y el contacto entre ambas placas se ubica a unos 100 km de profundidad debajo de la ciudad de Mendoza, pero cuando coinciden estas placas se genera una fuerte compresión debido a una se mueve para el Este y la otra para el Oeste. Es allí que se acumula energía y la compresión afecta a las fallas de la superficie terrestre.

El sismo se produce porque esa energía acumulada supera la resistencia de rozamiento que traba las placas, por lo que produce el movimiento de una de ellas formando las ondas sísmicas que dan lugar al movimiento de la tierra que muchas veces percibimos.

Las fallas más activas de Mendoza

El área metropolitana de Mendoza, sobre todo la parte del norte, está situada sobre una decena de fallas que se encuentran activas. Entre ellas, las que más se destacan son la Falla de Cal y la Falla de Barrancas.

Según información compartida por Ianigla a Los Andes, la Falla de Cal tiene actividad reciente comprobada y atraviesa gran parte de la urbanización de Ciudad y Las Heras, mientras que la Falla de Barrancas es una de las más activas de la zona y es donde tuvo su foco sísmico el terremoto de 1985, considerado uno de los más fuertes que ha tenido Mendoza con una escala Richter de 6,3 grados.

Los movimientos sísmicos, entonces, se originan cuando se registra actividad en esas fallas y eso se debe a que la provincia está en una zona de constante compresión que se forma cuando la placa de Nazca empuja hacia el ste mientras que la Sudamericana hacia el oeste. Llega un momento en que es tanta la compresión que se produce con una fractura en las rocas, que se levanta un bloque sobre el otro y eso provoca el movimiento sísmico del cual su magnitud depende de la cantidad de energía que liberan esas ondas.

Esto es natural en Mendoza, ya que permanentemente se liberan ondas que generan movimientos sísmicos de los cuales muchos de ellos no los sentimos. Además, las fallas de la placa Sudamericana suelen ser más chicas que las que libera la placa de Nazca, por lo que es más probable que los movimientos más fuertes se sientan del lado chileno. Es por ello, que el terremoto más grande que tuvo el vecino país llegó a tener una magnitud de 9 grados (que fue en Valdivia, en la década de los 60) mientras que el más elevado en Mendoza alcanzó los 8 grados.

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