El consumo excesivo de carnes procesadas es potencialmente cancerígeno, advirtió hoy la agencia contra el cáncer de la OMS en un informe de alto impacto para consumidores y productores en todo el mundo.
La Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) dependiente de la Organización Mundial de la Salud, colocó al consumo excesivo de carnes procesadas como embutidos o fiambres en el Grupo 1 de riesgo de contraer cáncer, principalmente colorrectal.
Los expertos concluyeron que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida diariamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%. Como carne procesada "se entiende la que fue transformada por salado, maduración, fermentación u otros procedimientos destinados a realzar su sabor y mejorar su conservación".
Como carne procesada se entiende la que fue transformada por salado, maduración, fermentación u otros procedimientos.
Por su parte, el consumo excesivo de carnes rojas en general -incluyendo vacuna, porcina y ovina-, fue integrado al Grupo 2a, como "probablemente cancerígenas" por este informe.
Qué es lo que hay que evitar
En el comunicado, la OMS informó que con carne roja se refiere a todos los tipos de carne muscular de mamíferos, tales como la carne de res, ternera, cerdo, cordero, caballo o cabra.
Además aclara que la carne procesada es la que ha sido transformada a través de la salazón, el curado, la fermentación, el ahumado u otros procesos para mejorar su sabor o su conservación.
La mayoría de éstas son de cerdo o de res, pero también pueden contener otras carnes rojas, aves, menudencias o subproductos cárnicos tales como la sangre. Aquí se incluyen las salchichas, el jamón, la carne en conserva (corned beef), la cecina o carne seca, la enlatada y las preparaciones y salsas a base de carne.
Diferentes posturas
"Los resultados confirman las recomendaciones de salud pública actuales que llaman a limitar el consumo de carne", dijo Christopher Wild, director de la IARC, departamento dependiente de la OMS. Sin embargo, aclaró que "el consumo de carne roja todavía no ha sido establecido como causa de cáncer".
Por su parte, los vegetarianos saludaron este informe que parece confirmar sus postulados. "¿Cuántas advertencias de salud adicionales debemos recibir para darnos cuenta de que la proteína animal no es buena para nosotros?", se preguntó Jasmijn de Boo, de la Sociedad Vegana británica.
Expertos de Francia y Gran Bretaña consultados estimaron que todo está en las cantidades. Se puede seguir consumiendo carnes rojas, siempre y cuando la cantidad no superen los 500 gramos por semana y procurar eliminar las procesadas como alimento cotidiano.
El instituto norteamericano de la carne (NAMI) fustigó en cambio las conclusiones de la OMS por considerar que constituyen un "desafío al sentido común".
Los autores del informe, acusa la NAMI, "trituraron los datos para llegar a un resultado específico".
Según la vicepresidente de NAMI, Betsy Booren, como parte de la dieta mediterránea, España, Italia o Francia consumen grandes cantidades de jamón o salames y "ostentan algunas de las expectativas de vida más largas del mundo y excelente salud".
Ian Johnson, un investigador dietético con base en Gran Bretaña, señaló por su parte que no existen pruebas de que los vegetarianos de su país "tengan un menor riesgo de contraer cáncer de colon que los carnívoros".
En qué se basó la OMS para emitir su informe
El organismo de la OMS asegura que basa sus conclusiones en la "literatura científica acumulada" y examinada por "un grupo de trabajo de 22 expertos de 10 países".
La IARC concluye que cada porción de 50 gramos de carne procesada consumida cotidianamente aumenta el riesgo de cáncer colorrectal en un 18%. Y cada porción diaria de 100 gramos de carne roja aumentaría el riesgo en un 17% "si la causalidad de las asociaciones entre consumo de carnes rojas y cáncer colorrectal quedase demostrada".