Andy Murray se despidió de Australia y tendrá su estatua en Wimbledon, dónde terminará su carrera.
"No sé si me operaré ya o esperaré hasta Wimbledon. Aunque serían cuatro meses de dolor", dijo.
La cadera del escocés ha dicho basta , truncando la carrera deportiva de uno de los mejores tenistas del circuito. El tenis, como todos los deportes con elevado esfuerzo de pivotaje (fútbol, hockey, baloncesto..) puede ser la causa de lesiones en la articulación de la cadera. Estas lesiones, si no son convenientemente tratadas, llevan hacia su degeneración artrósica.
Un 30% de la población tiene unas caderas con una particular forma que predispone a esa lesiones. Andy Murray estaba en ese 30% y ya en 2008 empezaron sus primeras consultas con un reputado especialista en artroscopia de cadera de Melbourne. La cirugía artroscópica, gracias a los avances técnicos de los últimos 20 años, nos ha permitido acceder de forma segura y fiable a la articulación más inaccesible de todas para poder restaurar las lesiones y corregir esa morfología, siempre que se actúe antes de que se dessarrolle la artrosis, irreversible fin de la articulación.
El tenista de Glasgow fue diagnosticado de lesión del rodete acetabular (el menisco de la cadera) por esa perniciosa morfología, pero con su fuerza de voluntad y energía logró seguir activo al más alto nivel, llegando a ser el número 1 del ranking en 2016. La cirugía artroscópica, 10 años después del inicio de los síntomas, llegó tarde para él.