El piso de una cocina tiene que reunir muchas condiciones. Además de lindo y decorativo, debe ser resistente, fácil de limpiar y anti resbaladizo.
La cerámica es una de las opciones más populares a la hora de pensar en este ambiente del hogar. Tiene la ventaja de ser duradero, inalterable y fácil de limpiar.
Existe una gran variedad de cerámica y una buena variedad de precios.
También están aquellas piezas cerámicas que reproducen láminas de madera.
Resultan más realistas y variadas, lo que permite disfrutar de su belleza.
Otra buena opción, es la piedra natural. Los suelos de granito, pizarra y mármol son atemporales, por lo que se integran en cualquier tipo de cocina dándole una nota de elegancia natural.
Además, envejecen bien y son muy duraderos.
Suelos de madera, tipo parquet, pero protegidos con barnices resistentes y renueva su capa superficial con cierta frecuencia. Los laminados sintéticos los imitan con gran realismo y los tienes con tablero anti-humedad.
La moda de este momento es el micro cemento. Su principal virtud es su superficie continua, sin juntas en las que se pueda acumular suciedad. En la cocina, se puede cuidar con una capa de impermeabilización y un tratamiento antideslizante.
¿Qué requisitos debe cumplir el suelo?
Que aguante el trote diario, inalterable frente a las manchas y salpicaduras, impermeable, fácil de limpiar y bonito. Además, ser higiénico.