Habló la hija del chofer baleado en Guaymallén: "Siempre salía con mucho temor"

Roberto Rodríguez (53) fue atacado a las 4.30 de ayer, mientras se encontraba realizando el recorrido habitual del interno 92 del grupo 500. Cuando circulaba por Emar Acosta y Puebla, zona cercana al hospital psiquiátrico El Sauce, el único pasajero que llevaba en ese momento se le puso detrás y lo abordó con fines de robo. El trabajador terminó baleado en el abdomen.

La hija de Rodríguez, Antonela, contó en LV Diez cómo pasó la noche su papá. "Aparentemente su estado es estable. Aún no hemos recibido parte médico, a las 11 nos dijeron los médicos que se iba a brindar una información más amplia sobre su estado de salud. Pero por el momento sabemos que está estable, que es lo único que podemos decir".

"Pudimos entrar. Gracias a Dios lo vimos. Sus signos vitales son estables, así que por el momento está evolucionando como corresponde. Tenemos que esperar y pedirle a Dios".

Por otra parte, la joven explicó: "Por lo que sabemos la bala ingresó a la altura del estómago en su parte derecha, ha atravesado el intestino grueso y el intestino delgado. El intestino delgado está sano, el grueso es el que más complicado está y le han hecho una colostomía. Está con sonda, en sí están tratando de evitar la infección con medicamentos, pero sus signos vitales están normales y están tratando la infección".

Además, Antonela contó que su padre ya había sufrido otros hechos de inseguridad. "Él ha sufrido otros hechos y siempre salía con mucho temor. Se vive a diario esto, que el pasajero no quiere abonar el pasaje, peleas diarias, nadie los ayuda, nadie los protege y están a la deriva".

Sobre ello, explayó: "Hemos estado con el sindicato y nos han mostrado mucho apoyo. Ahora tenemos que dirigirnos a la fiscalía para ver cómo sigue el hecho. Sabemos que el delincuente está detenido, ya está la causa abierta y bueno vamos a seguir con nuestros abogados para ver cómo sigue esto".

Por otro lado, destacó: "Creo que en esta semana ha habido 4 o 5 asaltos a los chicos del Grupo 500 y así como otros que no nos enteramos, porque no se hacen públicas, porque los chicos a veces por miedo tratan de no hablar. Pero esto pasa a diario y muchas familias se han quedado sin papás. La Justicia no hace nada está parada y no sabemos para dónde ir".

Finalmente, la joven detalló: "Mi papá tiene 53 años. Le faltan algunos años para jubilarse. Es una persona muy sociable y siempre hablamos de esto de la inseguridad. Él nos pedía que siempre nos cuidemos. Somos tres grandes, ya mayores y queda todavía un chiquito que está por cumplir 15 años y siempre nos habló de eso de que nos cuidáramos, porque tenía temor en salir porque no saben si vuelven. Es la Argentina que se está viviendo hoy".