El juez federal Claudio Bonadio validó los testimonios de 31 "arrepentidos" en la Causa de los Cuadernos de las Coimas, entre los que hay dos empresarios mendocinos que ofrecieron información clave para el expediente.
Según consideró el magistrado, esos imputados colaboraron con pruebas vitales para la investigación en la que la principal acusada es la ex presidenta Cristina Kirchner, varios de sus exfuncionarios y empresarios de la construcción.
Entre los arrepentidos figuran los empresarios mendocinos Enrique Pescarmona y su empleado Francisco Rubén Valenti, quien en mayo de 2018 fue presentado formalmente a los accionistas como integrante del nuevo directorio de Impsa, tras ocupar el cargo de vicepresidente de la empresa durante años.
El 6 de junio pasado, Bonadio procesó a la ex presidenta, a ex funcionarios de su gobierno y a más de cien empresarios en dos expedientes derivados de la causa de los Cuadernos, en el que investiga la supuesta cartelización de la obra pública y el presunto pago de sobornos.
En ese momento, el juez explicó que había desentramado una "maquinaria de corrupción que, a nivel nacional, se instaló desde el comienzo mismo de la presidencia de Néstor Carlos Kirchner, permaneciendo enquistada sin solución de continuidad durante más de doce años".
El primer arrepentido de la causa había sido Oscar Centeno, chofer del ex secretario de Coordinación del Ministerio de Planificación Federal Roberto Baratta. Este hombre fue quien escribió los cuadernos que sustentaron la investigación hasta las indagatorias y confesiones que dieron lugar a más de cien procesamientos y 31 arrepentimientos.
Centeno contó en sus relatos prolija y cronológicamente redactados los encuentros en los que Baratta retiraba de distintos lugares de la ciudad de Buenos Aires bolsos, mochilas, valijas y bolsas con dinero que era cobrado a empresarios del área energética, de la obra pública y del sistema de transporte en concepto de coimas.
Bonadio chequeó las anotaciones con cruces de llamadas, secuestro de documentación y otros testimonios. Y contrastó esa información con las indagatorias de los arrepentidos. Tras más de un año de investigación el magistrado concluyó que hay pruebas para asegurar que los ex funcionarios cobraron coimas por 55,4 millones de dólares.
En un fallo de 125 páginas revelado por Bonadio en las últimas horas dice que Pescarmona reconoció haber efectuado pagos de dinero por intermedio de Valenti, por pedido del ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido, con el objeto de que le liberen pagos adeudados en obra pública en la República Bolivariana de Venezuela.
También sostuvo que las anotaciones efectuadas por Centeno, en relación a esos pagos, eran ciertas, debiendo destacar que entre las mismas se incluyó al domicilio de la calle Libertad 1535 de la Ciudad de Buenos Aires donde Pescarmona tiene domicilio y donde le entregó dinero a Baratta.
Valenti había revelado la forma mediante la cual algunos ex funcionarios públicos beneficiaron a otras empresas en la adjudicación de obras públicas. Hizo referencia al proyecto Aña Cua, el cual era realizado para la firma Yacyretá, las licitaciones de las represas Cóndor Cliff y Barrancosa y el Proyecto Chihuidos I.
También, indicó las circunstancias de tiempo, modo y lugar relacionadas con los pagos efectuados a Baratta, por un monto total aproximado de 1.800.000 dólares, en distintas oportunidades, los cuales –dijo- realizó por orden de Pescarmona.