Las empresas implicadas en el escándalo judicial de los "cuadernos" podrían registrar pérdidas millonarias si la Justicia comprueba que formaron parte de una red de corrupción con fondos que debían ser destinados a la obra pública durante la era kirchnerista.
Por el momento, entre las empresas mencionadas en la "causa de los cuadernos" solo el Grupo Techint tiene presencia en Wall Street a través de su subsidiaria Ternium Siderar y también cotiza en Buenos Aires, Milán y México por medio de Tenaris.
Ayer las acciones líderes de la Bolsa porteña cayeron 1,01 por ciento, hasta los 28.921,01 puntos, en medio de una fuerte incertidumbre respecto de hasta dónde llegará la onda expansiva de la “bomba” de los cuadernos.
Ternium Siderar cayó 6,1% y hoy las pérdidas podrían profundizarse. Se trata nada menos que del mayor fabricante de acero en América Latina, con 17 centros productivos en Argentina, México, Brasil, Colombia y Guatemala, y también está en los Estados Unidos.
Ayer fue detenido tras el cierre del mercado bursátil Héctor Alberto Zabaleta, ex ejecutivo de Techint, por supuesto pago de sobornos. El holding emitió un comunicado en el que señaló que entregó información a la Justicia el 3 de agosto, tras el allanamiento sufrido el 1.
El hombre, de 72 años, era uno de los principales colaboradores de Paolo Rocca, principal accionista y controlador de la firma internacional, y figuraría en los escritos de Oscar Centeno, chofer de Roberto Baratta, exfuncionario kirchenrista detenido.
"Una vez que avancen las investigaciones y se tengan más precisiones, haremos una investigación interna como es la práctica corporativa en estos casos", dijo el holding desconociendo cualquier participación en los hechos que se le imputan a Zabaleta. Y señaló que su participación en la obra pública del país fue menor al 1% entre 2004 y 2015.
Pero el daño puede venir por otro lado para las compañías que no tienen acciones con cotización bursátil: multas severas a futuro y riesgos de imposibilidad de obtener financiamiento en el muy corto plazo.
Esas empresas son Industrias Metalúrgicas Pescarmona (IMPSA), Iecsa (que estaba en manos del Ángelo Calcaterra, primo del Presidente Mauricio Macri), ODS SA, BTU SA y Electroingeniería. Todas acusadas de pagar coimas millonarias a exfuncionarios.
La calificadora estadounidense de riesgo Moody's advirtió sobre el impacto crediticio para las empresas involucradas en el escándalo. "Las investigaciones y órdenes de arresto son negativas para Electroingeniería y Albanesi. Conllevan un claro riesgo de reputación. El proceso también podría debilitar su liquidez porque aumentará el riesgo de refinanciamiento", dijo.
Estas dos firmas no cotizan en la Bolsa pero están sujetas a puntuación crediticia para financiarse. A pesar del escándalo, la calificación de la deuda de ambas empresas se mantiene. Por ahora, "B2 Estable" (la misma de la Argentina), para Albanesi, una compañía de generación de energía; y "CA Estable" (más débil) para la constructora Electroingeniería.
El Grupo Albanesi suspendió la semana pasada una colocación de deuda por 25 millones de dólares luego de la detención de su presidente Armando Losón, tras una orden del juez Claudio Bonadio.
Alejandro Bianchi, gerente general de Invertir Online, opinó que el "gobierno corporativo" cumple un rol clave en toda empresa, y específicamente en las firmas de renombre público en las que las noticias impactan directamente en su cotización.