Fueron entre 3 y 5 horas de espera, pero teniendo en cuenta la cantidad de vehículos y los antecedentes de años anteriores, esta vez cruzar a Chile en la víspera de Año Nuevo no fue una odisea. La explicación: los trámites en la Aduana se redujeron de 5 a 3, por lo que salvo en la mañana del viernes y sábado, el complejo Los Libertadores no colapsó.
Según los datos de Migraciones, en solo 4 días -desde el miércoles y hasta ayer a las 18- cruzaron la cordillera 40 mil personas por el Cristo Redentor. En el mismo lapso ingresaron al país 14.500 personas.
Desde Gendarmería informaron que el incremento de vehículos respecto de año 2016 fue de 35%. Recordemos que para darle la bienvenida a 2017 unos 30 mil mendocinos cruzaron a Chile hace un año.
Los papeles, el Soapex, la verificación técnica vehicular, la trepada del dólar hasta los 19 pesos, las llamadas al seguro, el cupo de 300 autos, la visita del Papa y otros aspectos se sumaron para que los nervios de los veraneantes estuvieran al límite en el paso a Chile estos días.
Hecho que pudo comprobar Los Andes a la vera de la ruta 60 tras pasar el cobertizo 6, en el lado chileno, el punto máximo que alcanzó la fila de autos durante la mañana de ayer. "No puede ser, siempre es lo mismo todos los años. Siempre pasa que hacen reuniones y después tenés que estar acá esperando horas. Encima los vivos de siempre pasan por la banquina y no hay nadie que controle", se quejaba indignado un mendocino. Sin embargo, este tipo de reclamos fueron la excepción.
Menos esperas
En los últimos días la situación se repitió en el complejo fronterizo: las demoras se dieron principalmente en horas de la mañana, ya que desde el mediodía las filas de autos comenzaron a ralearse y hacia la tarde el tiempo de espera fue prácticamente nulo.
Desde Los Libertadores explicaron que se está trabajando en situación de contingencia en las 16 cabinas habilitadas. Esto es: en dos ventanillas, Policía y Migraciones, se hace todo el trámite y se completa con la revisión del SAG. “El problema de todo esto es que la gente viene a primera hora de la mañana, porque después nos pasa que no hay nadie. Prefieren llegar temprano para aprovechar el día, y se generan estas situaciones en que por más que haya muchas cabinas, esto es un embudo por el que hay que pasar sí o sí”, analizaron las autoridades migratorias.
En la dulce espera antes de llegar a destino, quienes aguardaban en el primer cobertizo de Chile, viniendo desde Argentina y a 6 kilómetros de Los Libertadores, hablaban de los trámites que había que hacer, de lo que no trajeron, del almuerzo próximo y de los colados. “Hace tres horas que estamos acá, pero tranquilos”, dijeron Laura y Mariano Morales, mientras se sacaban fotos con el pequeño Domingo.
En tanto, Ana Sireroa, de San Juan, contó que a las 5.30 de la madrugada la Policía los paró en Uspallata y que recién a las 8.30 liberaron el tránsito hacia el paso.
“Acá arriba ya fue más rápido. Pero nos revisaron todo, eso también hizo que todos demoraran más. Nos vinimos por Mendoza porque por Agua Negra nos dijeron que el camino estaba muy malo”, dijo la sanjuanina, que iba con su familia a La Serena.
La familia Medina, a punto de que su equipaje fuera revisado por el Sistema Agrícola Ganadero chileno (SAG), indicó que tuvieron que esperar 5 horas. “Pensábamos que nos iban a parar en Uspallata pero finalmente tuvimos el control en el peaje de Las Cuevas. Dentro de todo ha sido bastante ágil”, explicó Elvis.
Emiliano y Vitti Santos iban Valparaíso a un encuentro con amigos circenses. Tuvieron que aguardar desde las 6 y media en Las Cuevas y se mostraron tranquilos en la fila, antes de la revisión de sus valijas. Mientras, hicieron malabares para divertir a sus compañeros de ruta, lo que fue retribuido con miradas atentas. “Tendríamos que pasar la gorra para pagar los peajes”, dijo Emiliano entre risas.
También proveniente de San Juan, la familia Flores comentó que ante la dificultad del camino hacia La Serena por Agua Negra, optaron por el Cristo Redentor. “No sabíamos cómo estaba el camino, le preguntamos al mecánico y nos recomendó cruzar por acá. Además el año pasado pinchamos una rueda y fue terrible. Eso sí, salimos a las 2 de la mañana de nuestra casa y recién ahora estamos cruzando porque nos pararon tres veces”, relató Rosana González, que viajaba junto a sus hijas Camila y Oriana Flores.
Pedro Carrazco, de Santiago del Estero, viajó por primera vez a Viña del Mar y se quedará allí con su familia durante 5 días. “Nos quedamos en un hotel de Uspallata a pasar la noche. Menos mal porque no nos esperábamos esta demora, pero el paisaje es distinto a lo que uno ve todos los días. Y además hay un sol espectacular. Queda esperar nada más”, cerró el hombre optimista con lo que le quedaba por delante del viaje.
El Soapex y la VTV
Consultados sobre los papeles exigidos por Chile, es decir el Soapex y la VTV, muchos dijeron que los realizaron “por las dudas” y que en los días previos a sus vacaciones tardaron varias horas para tener todo en orden.
Los Flores, por ejemplo, contaron que realizaron todo el trámite por internet, porque les dijeron que si bien su seguro los cubría, el Soapex es para todas las personas que viajan en un vehículo. Ante la duda, tramitaron todo y prefirieron viajar tranquilos. “Nuestro seguro, Triunfo, nos dijo que es válido para todo el Mercosur. Pero nunca nos terminó de quedar claro si abarcaba lo que pide el Soapex. Así que lo sacamos igual”, dijo Rosana.
Los Medina, en tanto, aseguraron que el seguro les cubre lo exigido por el Soapex y que el resto de los requisitos los tienen siempre al día. “Tenemos la VTV de la transferencia que nos dijeron que nos servía. Lo demás todo en orden”, remarcó Elvis.
Por último, Ana dijo que ella y su familia tramitaron el Soapex porque les dijeron que en Chile se los iban a pedir. En tanto, la revisión del vehículo la hicieron porque ya estaban en fecha desde la última.
Apunados o deshidratados
Según informaron desde el Servicio de Salud de Los Libertadores, atienden a 5 personas día, la mayoría con problemas relacionados con el mal de altura, la deshidratación o por mala alimentación.
“Nosotros recomendamos que suban bien desayunados. Que coman fruta y tomen agua constantemente. Es la mejor forma para soportar la altura”, dijo uno de los médicos, recordando que el teléfono para emergencias en todo el país es el 131 y es gratuito.
Ayer, la ambulancia estuvo activa durante toda la mañana. Y acudió pronto ante la descompensación de alguna de las personas que esperaba para realizar sus trámites. “Una vez que los atendemos, les entregamos una ficha de atención con todos los parámetros del paciente”, explicó el galeno.
