Coto, titular de la cadena homónima, consignó que los supermercados “no somos formadores de precios ni estamos cartelizados: de a poco los precios se tienen que ir controlando y bajando por efecto de la oferta, ya que no puede haber un stock de 50 millones de cabezas vacunas cuando deberíamos tener 150 millones. De la noche a la mañana no va a venir un mago a frenar la inflación”, dijo.
Si bien Coto aseguró que durante los últimos dos meses su empresa “no subió” los precios de la carne, lo que le permitió obtener “un récord de ventas” en ese rubro, Samid aseguró que “cuando un carnicero o súper pone un valor de 140 pesos, o los precios que vimos (durante diciembre o enero), es un robo”.
Según Coto, “hay que poner los precios y ver también la inversión en cadena de frío y grupos electrógenos. Hay que dar cosas buenas a la gente y algún pesito más puede valer: si hay una comparativa de precios, la gente va a comparar precio y calidad”.
Al respecto, Samid expresó: “Coto dice 'ese pesito de más' pero esto es 4 veces más del valor que tiene la mercadería: ellos multiplican por 4 el valor que pagan la verdura, la fruta o los lácteos; ganan el 200 ó 300 por ciento y además hacen las mil y una al productor, ya que le pagan cuando quieren”.
Así, tanto Coto como Samid cruzaron posiciones en distintos reportajes radiales realizados ayer, donde el supermercadista expresó sus “dudas” respecto de la posibilidad de contar con precios minoristas más baratos y estimó que “si alguien consiguió la manera de comercializar más barato pagando los impuestos, me parece muy bien”.
Al respecto, Samid alegó que los supermercados"tenían estoqueada" la carne para aumentar su valor para las Fiestas de fin de año".
"Si hablamos de inflación y recomponer salarios -dijo Coto- no es más que recomponer la moneda", que tuvo "una depreciación del 30%" en el último año.