Por Rosendo Fraga - Analista político. Especial para Los Andes
La Cámara Nacional Electoral acaba de confirmar el cronograma de la elección legislativa de medio mandato.
La primera fecha políticamente relevante es el 14 de junio. Ese día, finaliza el plazo para la presentación de alianzas. Sabremos, entonces, cómo quedan definidos “los espacios”, como hoy suele decirse.
En la provincia de Buenos Aires será interesante ver si el peronismo va unido o no. Es decir, si hay algún fraccionamiento más que el de Sergio Massa, que parece encaminarse a confirmar su alianza electoral con Margarita Stolbizer. En la Ciudad de Buenos Aires se sabrá entonces si Cambiemos no se presenta como tal, al competir el Pro por un lado con una coalición con eje en el radicalismo que llevaría Martín Lousteau como primer candidato a diputado nacional por el otro. En el resto de los 22 distritos, las combinaciones de alianzas son diversas, más allá de un eje nacional en torno a Cambiemos por el oficialismo y el peronismo por la oposición.
Para esta definición faltan ya menos de tres meses.
Diez días después, el 24 de junio, vence el plazo para presentar las listas de candidatos. Ese día se sabrá definitivamente si Cristina pretende ser primera candidata a senador nacional en la provincia de Buenos Aires, si alguien la enfrentará en las PASO dentro del peronismo, como puede ser Florencio Randazzo, o se ha gestado una lista de unidad, integrando ambos sectores. La lucha interna dentro del PJ, en términos de imagen, emergió el 7 de marzo, al final de la marcha de protesta de la CGT. La puja entre los sindicatos, alineados con el peronismo tradicional y La Cámpora como expresión del kirchnerismo, la escenificó.
Fuera del peronismo quedará entonces el enigma sobre quién será el primer candidato a senador nacional en la provincia de Buenos Aires por el Pro. En los últimos días, mientras Elisa Carrió puso en duda su candidatura por razones de salud, la vicepresidenta Gabriela Michetti dijo que la gobernadora María Eugenia Vidal prefiere una figura propia del macrismo.
En el espacio de Sergio Massa y Margarita Stolbizer quedará definido si él finalmente compite electoralmente o no lo hace. Interrogantes similares se plantean, en mayor o menor medida, en el resto de los distritos.
Nos encontramos a menos de un centenar de días de esta definición.
Las provincias pueden adelantar la fecha de su elección local y ya lo han hecho varias, como Corrientes y La Rioja. A veces, el gobierno nacional impulsa el adelantamiento al pensar que resultados favorables anticipados pueden favorecerlo para impulsar su victoria en la elección nacional. Otras, los gobernadores, por conveniencias electorales, las adelantan porque perciben que la elección nacional los puede perjudicar.
Las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) tienen lugar dentro de casi cuatro meses, el 13 de agosto.
En las fuerzas políticas en las que haya competencia se definirá entonces quiénes son los candidatos, aunque puede suceder que en la mayoría de los casos no las haya, al presentarse una sola lista, aunque eso se sabrá casi dos meses antes, cuando se presenten las listas.
Pero también las PASO tiene un rol político-electoral en cuanto a anticipar resultados. No es automático que suceda así, pero puede tener lugar. Es que la suma de votos en los distintos espacios es vista como un anticipo de lo que sucederá en la elección definitiva.
En 2011, el categórico triunfo de Cristina en las primarias (iba sin lista alternativa) alcanzando el 50%, anticipó y en alguna medida consolidó, la ventaja que después la llevó a ser reelecta con el 54%.
Dos años después, en la elección legislativa de medio mandato, la ventaja de 5 puntos que obtuvo la lista que encabezaba Sergio Massa sobre la de Martín Insaurralde anticipó la victoria del primero, que en la elección amplió su ventaja.
En cambio en la elección presidencial de 2015 no sucedió lo mismo. Las PASO realizadas en agosto de ese año para Presidente mostraron una ventaja de Scioli de 8 puntos, que finalmente en la elección de primera vuelta se redujo a 3, con lo cual el efecto ganador se volcó a favor de Macri en la segunda vuelta.
Cuando hay puja en las PASO de una determinada fuerza política ello tiende a acrecentar sus votos. Esto sucedió en la Ciudad de Buenos Aires cuando compitieron dentro del Pro Gabriela Michetti y Horacio Rodríguez Larreta para elegir la candidatura para jefe de Gobierno, o entre Aníbal Fernández y Julián Domínguez, que compitieron por la candidatura a gobernador de la provincia de Buenos Aires.
Finalmente tendrá lugar la elección el 22 de octubre, cuando se renovará el tercio del Senado electo en 2011 y la mitad de la Cámara de Diputados elegida en 2013.
Hoy parece claro que si bien Cambiemos puede incrementar bancas en ambas cámaras, no está en condiciones de llegar a la mayoría propia en ninguna de ellas, con lo cual la gobernabilidad seguirá dependiente de la capacidad del Gobierno para negociar con los distintos sectores del peronismo.
Pero será ganar o perder la provincia de Buenos Aires lo que definirá el efecto “ganador” de la elección, más allá de la suma nacional de votos o de legisladores, como sucedió en 2009 cuando Francisco de Narváez se impuso sobre Néstor Kirchner y en 2013 cuando Sergio Massa lo hizo sobre Martín Insaurralde.